Construcción en San Juan: la actividad se desploma y pintan un cierre de año muy jodido
Desde la Cámara Empresarial de la Construcción advierten que la obra pública frenada a nivel nacional dejó al sector en un bajón tremendo. En San Juan, el laburo se mantiene con fondos propios, pero todavía estamos lejos de las épocas de bonanza.
La construcción en San Juan está atravesando un momento bravo. Según contó Enrique Velazco, de la Cámara Empresarial de la Construcción (CAEMCO), la actividad está funcionando a apenas un 60% de su capacidad habitual. Antes, en los años de auge, había laburando cerca de 12.000 obreros, y hoy apenas llegan a unos 7.500. "El sector desde hace ya un par de años está en una situación bastante difícil", confesó Velazco en Radio Mil20, y agregó que cuando asumió el nuevo gobierno nacional y paró de golpe la obra pública, fue un verdadero cimbronazo que dejó a varias constructoras tambaleando.
Para sumar más leña al fuego, las obras se sostienen con dinero del propio gobierno provincial, pero a niveles muy por debajo de lo que había antes con el aporte nacional. "El gobierno siempre trató de mantener la obra pública, pero con fondos provinciales y muchísimo reducidos", detalló el dirigente.
La situación de la obra privada tampoco ayuda: los créditos hipotecarios están con tasas pesadas y los bancos ponen tantas trabas que producir un repunte es un sueño lejano. "Los créditos están a tasas todavía no muy convenientes y los bancos tienen muchas exigencias", reconoció Velazco, que no ve a la obra privada como una tabla de salvación por ahora.
Un dato que llama la atención es que, a pesar de la caída en la actividad y el empleo, las empresas del rubro en San Juan aumentaron un 12,6% en el último año, mientras que a nivel país bajaron un 1,3%. O sea, hay más empresas pero menos laburantes. "Hay empresas que están totalmente paradas, sobreviviendo con un plantel mínimo y a costa de su propio patrimonio para no hundirse", explicó Velazco.
Las esperanzas ahora están puestas en que las negociaciones entre la Nación y los gobernadores aporten un poco más de guita para las obras. "Tenemos la esperanza de que se destinen recursos para las provincias", dijo, aclarando que en otras regiones la situación está peor: "Si acá estamos al 60%, en otros lados cayó mucho más".
Para cerrar, Velazco tiró un pronóstico nada alentador para los próximos meses: "Diciembre es jodido porque hay que pagar aguinaldos y enero también, ya que Nación y provincias suelen parar hasta que se apruebe el presupuesto nuevo". O sea, un panorama complicado y pocas luces al final del túnel.