Con la plata en el bolsillo: ¿Qué podíamos comprar hace una década y para qué nos alcanza hoy?
Un informe muestra cómo el poder de compra del sueldo promedio se achicó entre un 20% y 30% en los últimos diez años, impactando en la vida de la gente.
Hace una década, el sueldo promedio de un trabajador registrado rondaba los $13.317. Hoy, esa cifra trepó a $1.606.183. Aunque la diferencia nominal es enorme, si miramos qué se podía comprar antes y qué se puede ahora, la historia es otra: el poder de compra de la gente se achicó entre un 20% y un 30% en estos diez años, según datos del Ministerio de Capital Humano.
Para que te des una idea, en 2015, con un sueldo medio, alcanzaba para casi 4.440 pasajes de colectivo en el AMBA. Hoy, apenas se llegan a 3.564, una caída de casi el 20%. Lo mismo pasó con el asado: de poder comprar 185 kilos, ahora solo se pueden llevar 147, un recorte del 20,9% en la mesa familiar.
No todo fue para atrás. En el caso de los combustibles, la capacidad de carga mejoró un 19,4%, pasando de 1.147 a 1.369 litros. Y si pensamos en construir, el metro cuadrado de vivienda mantuvo su relación con el salario, permitiendo comprar la misma porción que hace diez años.
Pero el mercado automotor se resintió fuertemente. El auto 0km más accesible de cada momento representaba el 13% del sueldo promedio en 2015 (se necesitaban 7 sueldos para comprarlo), mientras que hoy apenas llega al 8% (casi 12,5 sueldos). Esto significa una baja del 32,9% en la posibilidad de acceder a un vehículo nuevo.
Los especialistas coinciden en que este retroceso salarial tiene varias patas. Osvaldo Giordano, del Ieral, habla de una economía estancada por más de una década. Nicolás Aroma, economista, señala las crisis recurrentes y cómo el salario se usó como "variable de ajuste". Damián Di Pace, de Focus Market, suma la quita de subsidios a los servicios, que hoy pesan mucho más en el bolsillo.
Además, la estructura del empleo cambió. Di Pace y Aroma marcan que creció el trabajo informal y el cuentapropismo, y que hoy, incluso los trabajadores en blanco, ya no tienen garantizado un ingreso suficiente. "Se consolidó el fenómeno de asalariados en blanco pobres", lamenta Aroma.
Para adelante, la cosa no parece sencilla en el corto plazo. Los economistas remarcan que la recuperación del poder adquisitivo depende de una batería de medidas: estabilidad macroeconómica, reformas estructurales (impositiva y laboral), inversión privada y un aumento de la productividad.
En resumen, el gran desafío es no solo mantener la inflación a raya, sino lograr que el sueldo de la gente recupere lo que perdió. Sin esas reformas e inversiones, advierten los expertos, será difícil que el salario vuelva a ser el motor central de la economía y la vida social argentina.