¡Escándalo en Wimbledon! Kyrgios le pega duro a Sinner y Swiatek por doping... ¡y no se guarda nada!
¡Se pudrió todo! Kyrgios incendió Wimbledon al acusar de tramposos a Sinner y Swiatek, los campeones. ¿Hay doping encubierto o es puro veneno del australiano? ¡Enterate acá!

¡Agarrate, vecino, que esto viene con olor a azufre! Resulta que el australiano Nick Kyrgios, que anda más afuera de la cancha que adentro últimamente, ¡volvió a hacer de las suyas! Y esta vez, los que ligaron fueron ni más ni menos que los campeones de Wimbledon, Jannik Sinner y Iga Swiatek.
¿Qué pasó? Resulta que Kyrgios, que no se guarda nada, usó su cuenta de X (antes Twitter) para mandarles un mensajito "cariñoso" a los dos tenistas. Retwitteó un posteo que hacía referencia a los casos de doping que tuvieron Sinner y Swiatek hace un tiempo. ¡Sí, leíste bien! ¡Doping!
Para refrescar la memoria, recordemos que Swiatek, la polaca número 1 del mundo, había dado positivo por una sustancia prohibida, la trimetazidina (TMZ), el año pasado. La excusa fue que se había contaminado con una medicación para el jet lag. ¡Mmmm, raro, raro! Después, Sinner, el italiano que ahora es el rey del tenis, también había dado positivo por clostebol. ¿La explicación? Un error de su fisioterapeuta con un spray. ¡Otra vez, mmmm!
Kyrgios, ni lerdo ni perezoso, aprovechó la volada y escribió, con toda la ironía que lo caracteriza: "¡Felicidades a Clostebol y Trimetazidina!". ¡Tremendo! El australiano no se guardó nada y dejó bien clarito lo que piensa: que los dos campeones de Wimbledon ganaron con ayudita extra.
Claro, esto no es nuevo. Kyrgios ya había criticado duramente las sanciones light que les pusieron a Sinner y Swiatek. Llegó a decir que "nuestro deporte está acabado" y que "la justicia en el tenis no existe". ¡Durísimo!
Por su parte, Sinner prefirió no entrar en la polémica y dijo que no le importaba el "ruido de afuera". Pero la verdad es que el quilombo ya está armado. ¿Será que Kyrgios tiene razón y hay doping encubierto en el tenis? ¿O es solo un berrinche del australiano? ¡Queda picando para el debate, che!