¡Frenazo! La economía afloja después de meses de "viento en la camiseta": ¿Se viene la tormenta?
Después de un arranque de año que prometía, la economía argentina empieza a mostrar signos de cansancio. ¿Será que la alegría duró poco o todavía hay esperanza? Te contamos todo sin vueltas.

¡Che, gente! ¿Se acuerdan cuando allá por enero nos vendían la moto de que la economía iba viento en popa? Bueno, parece que el viento se calmó y la cosa no está tan dulce como la pintaban. Según un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec), después de diez meses de crecimiento, ¡la cosa se está frenando mal!
En criollo: el Índice Coincidente de Actividad Económica (ICA-ARG), que vendría a ser como el termómetro de la economía, ¡apenas subió un 0,1% en mayo! Veníamos embalados y de golpe… ¡puf! Se nos pinchó la rueda.
¿Y qué pasó? Según los que saben, la culpa la tienen la industria, las importaciones, el empleo y los salarios, que no levantan cabeza. ¡Y obvio, la recaudación del gobierno también sintió el golpe!
Para que se den una idea, en enero, casi todo pintaba verde, con la construcción, los autos y la recaudación subiendo como espuma. Pero ahora, el "semáforo" económico está más amarillo que otra cosa: la construcción se cayó, la industria también, y las importaciones… ¡ni te cuento!
Lo único que zafa un poco es el campo, gracias a la cosecha de soja. Pero, ¡ojo!, que tampoco es para tirar manteca al techo, porque si miramos el año pasado, ¡estamos peor!
La industria, que venía medio floja, ahora está en caída libre. Y eso, obviamente, afecta al laburo y a la guita que junta el gobierno.
La construcción, después de varios meses de alegría, también se pinchó. Dicen que la culpa la tiene el aumento de los costos, ¡pero la verdad es que la gente no da más!
Las importaciones, que son importantes para que las fábricas tengan insumos, también están bajando. ¿Será por el nuevo dólar que implementaron? ¡Andá a saber!
Las ventas en los negocios, que son un buen termómetro de cómo anda la gente, se están frenando también. La gente compra menos ropa, menos electrodomésticos. Solo se salvan los supermercados y los shoppings, pero tampoco es una fiesta.
¡Lo único que sigue subiendo como un cohete son los autos nuevos! ¿Será que la gente prefiere gastar en un fierro antes que en otra cosa? ¡Quién te entiende, argento!
La recaudación del gobierno también se vino abajo, y el empleo… ¡ni hablar! Cada vez hay menos laburo registrado. ¡Y los sueldos no alcanzan ni para el pan!
Para colmo de males, los que saben de economía dicen que la cosa no va a mejorar mucho en los próximos meses. El Índice Líder de Actividad Económica (ILA-ARG), que vendría a ser como un pronóstico, ¡también está en baja! Y el gobierno, en vez de poner guita para que la cosa mejore, ¡está gastando menos que nunca!
En resumen, gente, después de unos meses de "viento en la camiseta", parece que la economía argentina está entrando en una zona de turbulencia. ¿Se viene la tormenta? ¡Esperemos que no! Pero más vale estar preparados.