¡Explosivo festejo de Tato Algorta en la final de Gran Hermano causó julepe en la producción!
El uruguayo Santiago Algorta la rompió en la final, y su reacción descontrolada entre saltos y gritos puso nervioso al equipo del programa. Un brote de euforia que nadie esperaba y que quedó picando en todos.

El martes a la noche, con la casa de Gran Hermano explotando y millones de televidentes al palo, se definió el campeón del reality después de casi siete meses de encierro. Los finalistas Ulises Apóstolo, Santiago Tato Algorta y Luz Tito se jugaron el todo por el todo, pero fue el uruguayo Tato el que se llevó la torta y los 85 millones de pesos que pesan una barbaridad.
Pero ojo, porque el festejo del tipo fue una flor de truchada: empezó a saltar como si estuviera en un pogo, se trepó a las paredes del jardín y largó una catarata de gritos y agradecimientos a todo el mundo, desde Argentina a Uruguay y hasta al Peñarol. "No puedo creerlo, estoy solo acá, dale campeón", lloraba y gritaba el chabón, tan excitado que parecía que se le iba a salir el corazón.
Clarito que esa exaltación le pintó un julepe a más de uno en la producción y a los panelistas que seguían el programa por TV. Ángel de Brito se cagó de risa y bromeó sobre el riesgo de que se caigan las paredes con semejante escalada de locura. Por su parte, Laura Ubfal contó que la emoción había puesto colorado al pibe y que hubo miedito porque parecía un ataque de ansiedad. Y la psicóloga del programa, Fefe Bongiorno, dio en el clavo al decir que no era raro después de tanto encierro y presión.
Después vino el momento bajón cuando Ulises se fue y el Big despidió a Tato con una especie de homenaje: destacaron su juego inteligente y su liderazgo, además del valor de la amistad en el camino de este uruguayo que se lleva un título y un montón de cariño.
Ya en el estudio de Telefe, con la bandera uruguaya bien puesta a la espalda, el campeón saltaba de alegría y se abrazaba con todo el mundo, mientras Santiago del Moro le entregaba el premio y el recibimiento que mereció después de una noche que quedará a los cuatro vientos.
Gran Hermano volvió a hacer su magia con un cierre emocionante, con lágrimas, grititos y una descarga que mostró el lado más humano del juego. Y mientras acá todos seguimos atentos, allá el uruguayo se llevó el premio y dejó la vara alta para la próxima temporada. ¿Quién podrá sacarle la corona al Tato?