¿Querés que tus plantas no se mueran en invierno? Acá te tiramos la data para cuidarlas del frío
Con el frío, las plantas piden otro trato: menos riego, más luz y buena protección para que no queden hechas pelota. Te contamos cómo hacer para que sobrevivan sin drama.
Cuando el invierno se pone firme y la temperatura baja, cuidar las plantas es otro mambo. Lo primero que tenés que hacer es ajustar el riego, porque si las ahogás con agua, las raíces se pudren más rápido que un chisme en el barrio. Lo ideal es ir bajando la cantidad y la frecuencia para que las plantas se vayan aclimatando al frío sin drama.
La luz también es clave: en invierno, las plantas de interior piden que las acerques a la ventana para que no les falte sol, y si tenés, una luz de cultivo no viene mal. Además, ojo con las corrientes de aire y las heladas, que son un enemigo mortal; cubrirlas con telas antiheladas o ponerlas cerca de paredes o arbustos es una jugada inteligente para que no queden tiradas al primer frío.
La poda también tiene su momento: en invierno, cuando las plantas están más tranqui y con el metabolismo lento, es buen momento para sacar ramas secas o muertas sin que se pierda mucha savia. Y para que no se sientan solas, podés aumentar la humedad en el ambiente con un par de recipientes con agua o pulverizando las hojas.
Si sos de los que no se conforman, el invierno también es una buena época para el trasplante a macetas más grandes, siempre y cuando la planta lo pida. Y no te olvides de preparar el terreno para la primavera con un buen abono o composta, así cuando llegue el calorcito, tus plantas están listas para dar la talla.
