Imputados por la muerte en Marquesado seguirán tras las rejas pese a cambio en la acusación
En la audiencia por el caso Andreoni, la jueza decidió mantener detenidos a Julio Castro y Franco Gómez. A uno le bajaron un cambio en la imputación, pero nadie sale aún del calabozo.
El lunes pasado, en la fría sala de la jueza de Garantías Flavia Allende, volvió a ponerse picante la causa por la muerte de Diego Andreoni, el pibe de 30 años que recibió un balazo cuando quería poner paños fríos en un bardo en la canchita de Marquesado. Se presentaron frente a la magistrada los principales imputados: Julio Castro Agüero, que reconoció haber disparado, y Franco Gómez.
El fiscal Iván Grassi tiró la bomba y pidió cambiar la imputación para Gómez, quien pasó de estar sospechado de homicidio agravado como partícipe necesario, a un delito más suave: encubrimiento agravado. Esto porque los testimonios que lo complicaban no estaban para tirar cohetes y su rol habría sido más de "apoyo" para que Castro se fuera despechando del lugar.
Los abogados de la pareja, José Tejada y Filomena Noriega, querían que ambos recuperen la libertad, alegando que tienen arraigo en la comunidad y laburan. Pero la familia de Diego, representada por el abogado Agustín Idemi, no aflojó y pidió que no los suelten ni en pedo.
Después de escuchar todos los palos en la rueda, la jueza Allende resolvió que la prisión preventiva continúa para ambos, al menos hasta noviembre, aunque, ojo, antes podrían mandarlos a juicio. Así las cosas, este quilombo sigue adelante y por ahora, ninguno se baja del bondi del calabozo.
