¡Vuelve el Día del Niño al segundo domingo de agosto y se viene la pelea por las ventas!
Con ventas flacas y promos al mango, el Día del Niño vuelve a su fecha de siempre para aprovechar mejor el bolsillo y no competir con los feriados ni las elecciones. La industria juguetera busca levantar cabeza.

Las vueltas del calendario nos traen un mambo nuevo: el Día del Niño vuelve a la fecha de siempre, el segundo domingo de agosto, después de más de una década cambiando al tercero por culpa de las PASO, que ahora se suspendieron. Desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) cuentan que había consenso para volver a la original y piensan que así puede mejorar la torta de ventas, porque esa fecha pincha justo después de cobrar el sueldo, nada de andar con la mano estirada ni visa en llamas.
La cuestión comercial no es joda: el tercer domingo coincidía con feriados y escapadas, entonces el luca que iba para regalos se gastaba en juntadas o viajes. Ahora, sin barrio ni feriados cerca, apuntan a que las familias tengan más guita fresca para gastar en juegotruchas, mantiendo promos bancarias y cuotas sin interés. El desafío está ahí, porque las cifras asustan: las ventas bajaron un 15% en unidades en mayo y el 16% en la última edición del Día del Niño, un golazo en contra para un rubro donde ese día representa un 60% del negocio anual.
El sector no se queda quieto: la Feria del Juguete en La Rural juntó un 12% más de gente que el año pasado y hubo que dejar gente en lista de espera para exponer. Los fabricantes avisan que no subieron mucho los precios porque saben que el bolsillo está ajustado y que el tema es que los productos importados respeten las normas de seguridad, porque el ingreso de jueguitos baratos y dudosos está pegando duro, con un 30% entrando a menos de tres dólares por kilo, una competencia que no pinta linda para los de casa.
Así, entre promos, reuniones con bancos y la campaña "Volver a jugar" que impulsa la CAIJ, buscan que los chicos vuelvan a agarrar los juguetes de verdad y no solo la tablet, que, avisan, puede generar un montón de problemas de salud y desarrollo. El cierre de esta historia todavía está abierto: las ganas y la organización están, pero la pregunta queda picando al igual que el bolsillo de la gente… ¿podrán levantar la mano los jugueteros este agosto o quedamos una vez más al horno con las ventas?