¡La noche loca de Wanda en Buenos Aires! Foto con Quevedo y baile callejero con guiño a L-Gante

La empresaria Wanda Nara no se guarda nada y la rompió en pleno invierno porteño. A días de otro capítulo judicial con su ex, Mauro Icardi, la rubia fue al Movistar Arena con sus pibas y un combo de amigas a chusmear el recital de Quevedo. Desde el minuto cero ya venía con toda la energía: cantando "Wanda" y tirando la frase "Esa bob@ no juega en mi liga" mientras hacía los cuernitos con las manos, toda picarona.

En uno de los palcos, se copó de lo lindo: bailando, cantando y de traguito con las amigas, Wanda se prendió especialmente en la parte de la letra que dice "tengo ganas de verte cara a cara / Él es Maxi López y tú mi Wanda Nara", y no paró de mostrar que la noche recién empezaba para ella y su grupo. Quevedo, por su lado, la descosió arriba del escenario con 14 mil personas re copadas.

Pero la cosa no acabó ahí. Después del show, se cruzaron backstage, y Wanda no dudó en sacarse una foto con el cantante, abrazados y toda la onda. Sin perder el estilo rocker con cuero y gorra de los Yankees, la empresaria mostró que está en otro mundo, a pesar del lío judicial que la tiene de cabeza.

Y para cerrar la noche, cuando parecía que todo terminaba, Wanda frenó el auto en plena calle y bajó a bailar un tema de L-Gante, la canción que tiene en loop dedicado a Icardi. Las amigas quedaron boquiabiertas, mientras en los parlantes explotaba "Amor verdadero" a todo volumen. Alocada, divertida y sin filtro, Wanda se mostró como siempre: la badbitch porteña que todos conocemos.

Antes de este finde a puro quilombo, el jueves Wanda se había dado un respiro y llevó a sus chicas a ver La Sirenita, el musical de Disney que las dejó maravilladas, regalándoles un recreo en medio de tanto quilombo judicial.

Una Wanda que no para, que juega sus cartas arriba del ring con estilo y sin miedo a mostrar que, mientras el tema con Icardi sigue caliente, ella sabe cómo tomar la posta y disfrutar su libertad, aunque sea un ratito. ¿Hasta cuándo seguirá este culebrón en las redes y tribunales? El barrio no se lo quiere perder.