Parálisis de casi toda la industria automotriz por movilización en apoyo a Cristina Kirchner
Unos 800 vehículos no se fabricarán este miércoles debido a que el gremio obligó a los trabajadores a sumarse a la movilización a Plaza de Mayo. La parálisis afecta principalmente a plantas del área metropolitana.

La industria automotriz argentina sufrirá un fuerte impacto por la movilización en apoyo a Cristina Fernández este miércoles. Casi todas las plantas ubicadas en el área metropolitana, donde opera el gremio SMATA, debieron suspender la producción debido al alto ausentismo de los trabajadores. Sólo las plantas de Peugeot/Citroën en Palomar y Fiat en Córdoba mantuvieron sus operaciones con normalidad.
Por otra parte, las fábricas de General Motors Argentina y Renault/Nissan en Córdoba ya estaban con paradas programadas para todo el mes o semana respectivamente, por lo que no se vieron afectadas por la movilización. En cambio, las plantas de Ford y Volkswagen en General Pacheco, Toyota en Zárate, y Mercedes-Benz en Virrey del Pino sufrieron interrupciones solo en el turno mañana, mientras que el turno tarde funcionó normalmente.
Un ejecutivo explicó a Infobae: "Estas paradas son muy costosas para las fábricas, no solo por la baja de producción que implican, sino porque poner en funcionamiento una planta implica costos que se deben compensar con autos fabricados. Por eso solemos programar paradas completas, pero en estos casos la planta está lista y funcionando, pero no sale ningún vehículo por la punta de línea".
La dinámica prevé que el sindicato informe a la dirección de la empresa sobre la adhesión a la movilización, anticipando el ausentismo. Los trabajadores se reúnen en la planta y luego se trasladan juntos al lugar del evento. Quienes no deseen participar pueden quedarse en sus hogares o presentarse y cumplir su horario dentro de la fábrica, donde funcionan servicios como comedor, descanso y emergencias.
Según datos oficiales, en cada fábrica afectada se dejarán de producir entre 150 y 200 autos este miércoles por la mañana. En total, se perderán entre 700 y 800 vehículos, que las empresas intentarán recuperar para cumplir compromisos, especialmente de exportación, pues la mitad de la producción automotriz argentina se destina al exterior.
Desde una de las terminales afectadas aclararon: "Recuperar un turno no es fácil y es muy costoso. Se pueden agregar horas extras o programar trabajo en sábado, lo que implica pagar horas adicionales y encender la planta completa. Es caro, pero es peor no recuperarlo, ya que es fundamental cuidar las relaciones con los países que esperan sus unidades".