Lágrimas y arrepentimiento: el detrás de escena de la falsa amenaza de bomba que alteró a tres escuelas
El director del Colegio Antonio de la Torre explicó cómo vivieron el momento en que se descubrió que dos estudiantes habian realizado el llamado que generó alarma en tres escuelas. La Justicia ya interviene en el caso.
La comunidad educativa del Colegio Secundario Antonio de la Torre atraviesa días difíciles tras una amenaza de bomba que, según se confirmó, fue realizada por dos alumnos del establecimiento. La situación generó preocupación en tres escuelas y ya está siendo investigada por la Justicia.
Jorge Balmaceda, director del colegio, relató en Radio Mil20 los momentos de tensión y tristeza que se vivieron dentro de la institución cuando se confirmó que la broma había salido de allí. "El equipo directivo lleva varios años gestionando para mejorar la imagen de la escuela y por un incidente así hemos sido víctimas de ataques violentos dentro de algunos diarios donde hay comentarios de agresivos contra el colegio", expresó con pesar.
Según contó Balmaceda, al recibir el llamado de alerta, la Policía acudió al colegio y se contactó inmediatamente con la vicedirectora. Las cámaras internas permitieron verificar que las clases se desarrollaban con normalidad. Sin embargo, una vez confirmado que la amenaza se originó en ese establecimiento, el impacto emocional fue mayor.
El caso fue puesto a disposición de la fiscalía, que ya logró identificar el número telefónico desde donde se realizó la llamada. Los estudiantes responsables fueron separados preventivamente, y si bien aún no hubo diálogo directo con ellos, las autoridades escolares sí mantuvieron contacto con sus padres para informar cómo avanzará el proceso disciplinario.
El director detalló que los alumnos fueron suspendidos y que la medida implica consecuencias que van más allá del castigo: "Este tipo de sanción es compleja porque afecta aspectos como evaluaciones académicas e incluso podría derivar en la pérdida de regularidad escolar si acumulan demasiadas faltas. Además, deberán realizar actividades reparadoras como parte del proceso disciplinario", explicó.
Además, Balmaceda anticipó que hablará personalmente con cada curso para remarcar la seriedad del hecho y evitar que se lo minimice como una simple broma."Recién cuando fiscalía separa a los chicos, los deja solos junto con los padres, en ese momento la alumna empieza a llorar, como entendiendo de que el chiste que había hecho no era algo tan simple. A partir del momento de saber que su teléfono se lo llevaba la policía, y al momento de saber que tanto ellos como los padres tenían que irse hasta alguna comisaría, caen en una realidad que hace que empiecen a llorar y a decir, "bueno, nos equivocamos"", relató.
Por el momento, el gabinete interdisciplinario del colegio no intervino directamente en el caso, aunque desde el Ministerio de Educación ya se comunicaron con las autoridades escolares para seguir el tema.
