Cavallo pegó el grito: ¿cómo hacer que los dólares del colchón salgan de verdad?
El exministro Domingo Cavallo lanzó sus fichas sobre el plan oficial para que vuelvan los dólares guardados bajo el colchón. Banco cargado y dolar libre, dicen que son la receta, pero faltan ingredientes.

El economista Domingo Cavallo no se guardó nada y volvió a meter ficha sobre el famoso tema de los dólares del colchón y qué se necesita para que el Gobierno de Javier Milei pueda hacer jugar este esquema bimonetario sin que se le caiga todo a pedazos.
Según el exministro, la clave pasa por juntar un buen colchón de reservas internacionales y levantar todas las trabas cambiarias, porque si no, olvidate: los verdes no van a salir de debajo del colchón ni con ganas. Explicó que sin libre movimiento de monedas, eso de que los dólares compitan con el peso queda en un lindo sueño, pero nada más.
La chapa: el país está hasta las manos con deudas en moneda extranjera y le falta crédito afuera para bancar todo. Por eso, sin esas reservas bien gorditas para importar y pagar los servicios de deuda, y sin que los bancos se animen a prestar dólares, lo único que va a crecer es la desconfianza y los dólares quedarán tapados de polvo y olvido.
Cavallo se la jugó: dijo que para que la plata oficial funcione, tienen que dejar que esos ahorros líquidos de dólares circulen libremente, porque así pueden financiar inversiones, laburo y salida real de la crisis. Pero si hay reglas que meten freno, los bancos se quedan con las manos atadas y los dólares no se mueven, ni a palos.
También tiró un dato que pinta la cancha: hoy los depósitos bancarios en Argentina son apenas el 17% del PBI, contra más del 40% en países vecinos. Y en plata: el crédito en dólares que dan los bancos es la mitad de lo que tienen en depósitos. Clarito, hay un bloqueo fuerte para que la cosa mejore.
En definitiva, Cavallo bancó la idea de que con un banco central bien apretadito y con reservas frescas para bancar el quilombo, y con todas las restricciones afuera, la remonetización del país puede arrancar en serio. Pero mientras sigan enroscados con controles y restricciones, solo queda esperar sentado y mirando como los dólares siguen bajo el colchón de siempre.