¡Alerta Máxima! Estafadores vacían cuenta de abuela con el cuento del "Alerta Bancario"
Una vecina de Santa Lucía, de 82 años, perdió 11 millones de pesos tras entregar sus datos a falsos empleados de Banco Galicia que la llamaron para, supuestamente, "protegerla" de un fraude.
El ingenio de los ciberdelincuentes no conoce límites, y una nueva víctima en San Juan lo ha sufrido en carne propia. Una anciana de 82 años y apellido Trigo, residente en calle Hipólito Yrigoyen, Santa Lucía, fue despojada de sus ahorros—la friolera de once millones de pesos—a través de un sofisticado cuento del tío virtual que la dejó sin su capital.
El insólito y doloroso episodio ocurrió el pasado lunes. Fuentes judiciales detallaron que la mujer recibió una llamada de un supuesto empleado del Banco Galicia. El gancho fue el miedo: el sujeto la "alertó" sobre un supuesto intento de estafa en su contra, asegurando que desconocidos intentaban obtener un préstamo de $7.000.000 a su nombre.
El modo
Con la excusa de "ayudarla a proteger su dinero", el estafador se ganó la confianza de la anciana, quien jamás sospechó del engaño. El delincuente le aseguró que necesitaban chequear sus datos personales para blindar su cuenta.
Según comentaron fuentes del caso a este medio, la abuela siguió las indicaciones al pie de la letra, proporcionando información personal clave e incluso fotos solicitadas por el criminal. Una vez obtenidos todos los datos sensibles, el sujeto agradeció su "colaboración" y le deseó tranquilidad, cortando la comunicación.
La amarga verdad llegó horas después. Cuando la víctima, o un familiar, accedió a la cuenta bancaria, descubrieron el desfalco: los $11.000.000 de su caja de ahorro habían desaparecido.
Inmediatamente, la mujer concurrió a la sede céntrica del Banco Galicia para denunciar lo sucedido, logrando que le bloquearan la cuenta para evitar futuras operaciones de los delincuentes. Si bien la denuncia formal fue radicada en la Comisaría 5ta de Santa Lucía, el caso, por su complejidad y modalidad, será investigado por la UFI Delitos Informáticos y Estafas, que buscará rastrear el rastro digital de los estafadores.