Crece la preocupación por cambios en el monotributo: especialistas piden más orden y claridad
El economista sanjuanino Pablo Padín analiza los rumores sobre posibles modificaciones al monotributo, un régimen que hasta ahora afianzó la formalidad y acceso a aportes previsionales para muchos trabajadores independientes.
La movida de que podrían meter mano en el monotributo viene corriendo fuerte y genera más de una preocupación entre los que la tienen clara y los pequeños contribuyentes que viven de ese sistema. Aunque suena a puro trascendido, Pablo Padín, economista de estos pagos, tiró su análisis: el monotributo nació en los 90 para alivianar la carga impositiva y previsional de los changarines, profes y pymes. "Fue una herramienta que permitió a mucha gente mantenerse en la formalidad sin depender de asesoramientos caros. Abrió la puerta para facturar, tener obra social y aportar para la jubilación", explicó.
El foco fuerte estaría en el aporte previsional, que el Fondo Monetario Internacional siempre puso bajo la lupa. "El talón de Aquiles para el FMI es que los monotributistas ponen menos guita que en el régimen común. Por ahí viene la mano", agregó Padín.
«Hay que perfeccionarlo, no eliminarlo», sentencia firme el economista. Se muestra a muerte a favor del monotributo y señala que los sistemas de impuestos tienen que ir para el lado de lo simple, más en un país donde la informalidad es moneda corriente. Después de casi treinta años y gobiernos de todo tipo, el régimen se hizo una política de Estado que ayudó a que la gente se banque la relación con la AFIP. Eso sí, recalcó que el gobierno tiene que laburar más para frenar los arreglos raros que disfrazan relación laboral con el monotributo, algo que debe estar en la Ley de Contrato de Trabajo y no camuflado de prestación de servicios.
En un análisis global, Padín tiró un dato que jode: Argentina tiene una "deuda de la democracia" que es la falta de una reforma tributaria seria que marque bien las diferencias entre microemprendimientos, pymes y las grandes empresas, porque no es lo mismo la realidad ni la carga lastre que arrastran. "No puede pagar igual una firmitita con tres laburantes que una financiera enorme. Las pymes no tienen cómo sobrar con los precios y quedan re maniatadas."
¿Y qué arreglos podrían pintar? Para Padín, la cosa debería ir a ordenar y agrandar el sistema, no a romperlo. Con la tecnología que hay, como big data y cruces de datos fiscales, el Estado puede mejorar los controles sin hacerle la vida más difícil a los monotributistas. Algunas ideas son mantener la simpleza, meter a pequeñas sociedades y cooperativas con un monotributo a medida para la economía social y ponerle más fichas al control para que nadie haga trampa. O sea, que la AFIP cobre como debe, pero también cuide a los laburantes y que todo vaya por carriles claros. "Simplificar por un lado y controlar por el otro", cerró Padín. Una historia que sigue abierta, mientras los trabajadores de barrio esperan una mano que no complique aún más su changa diaria.