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Hay denuncias

Caucete se prende fuego: gritos, amenazas y una denuncia que sacude al Concejo Deliberante

En plena reunión de Labor Parlamentaria, el Concejo Deliberante de Caucete fue testigo de un escándalo con gritos, amenazas y un clima cargado de hostigamiento. Los concejales afectados no se quedaron callados y presentaron una denuncia que sigue escalando.

Caucete se prende fuego: gritos, amenazas y una denuncia que sacude al Concejo Deliberante

El concejal Ramiro Fernández Farrán contó con pelos y señales el papelón que se vivió el martes al mediodía en la reunión de Labor Parlamentaria del Concejo Deliberante de Caucete. Según su relato, el presidente del cuerpo, José Luis Jiménez, junto a las asesoras Alejandra Quiroga y Miriam Ábrego, protagonizaron un show de gritos y amenazas que hizo que el ambiente se volviera mortalmente tóxico.

Todo empezó cuando se quiso meter por la fuerza en el orden del día dos despachos de género y diversidad, pese a que la mayoría de la comisión se plantó en contra. «El presidente, que ni siquiera tiene voto en la comisión, se empecinó en que esos proyectos tenían que tratarse sí o sí», relató Fernández Farrán. Ahí nomás, la cosa se descontroló con gritos que cruzaron líneas y comentarios de lo más despectivos de las asesoras.

«La situación fue insoportable. Las voces subieron, y se perdieron las formas. No es así como se busca dialogar o colaborar», confió el concejal, reflejando la tensión que se respiraba en ese momento.

Pero la historia no terminó ahí: los concejales Fernández Farrán y Franco Emanuel Buffagni no aguantaron más y presentaron una denuncia policial por abuso y hostigamiento laboral. «No dejamos pasar estas cosas; acá hay que meter respeto y profesionalismo sí o sí», advirtió Fernández Farrán.

La bronca siguió creciendo y ayer se sumaron a la denuncia los concejales Erik Emanuel Castro y Pedro Gómez, apuntando también que el orden del día se armó a las apuradas, sin respetar el dictamen de la comisión de labor parlamentaria.

Desde el oficialismo caucetero, se plantaron y no se guardaron las palabras contra los ediles que tiraron abajo el cuórum en la sesión del miércoles, que terminó suspendida. Los concejales que denunciaron dejaron en claro que no iban a participar de una sesión bajo un clima cargado de abuso y desorden.

«No hay forma de trabajar así. Queremos un Concejo donde prime el respeto, el diálogo y el compromiso conjunto», cerró Fernández Farrán, dejando claro que esta novela está lejos de terminar.

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