San Juan pisa fuerte como segunda en producción de Merlot en Argentina, la cepa bordelesa que enamora paladares
En pleno Día Internacional del Merlot, el INV confirma que San Juan se afirma como la segunda provincia en cultivar esta variedad francesa, con más de 250 hectáreas a puro sol y calidad.
Cada 7 de noviembre, la tierra del vino rinde tributo al Merlot, ese varietal que viene de Francia y que encanta por su suavidad y esos taninos que acarician la boca. El nombre llega del francés merle —el mirlo—, ese pajarito que se da su festín con las bayas negras, como si supiera que hace falta dar lo mejor para un buen fernet con vino.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) sacó un informe que pone a San Juan en el mapa nacional con argumentos de peso: esta provincia no solo crece en hectáreas dedicadas a Merlot, sino que lo hace con calidad, subiendo peldaños en la elaboración de vinos con identidad propia.
Desde las tierras francesas de Burdeos, donde es la reina de los viñedos, la cepa Merlot se hizo la casa en 17 provincias argentinas, pero Mendoza, San Juan, Río Negro y Neuquén son los sitios donde más se luce. Su aroma y sabor nomás ya te hablan: ciruelas maduras, guindas dulces, rosas y hasta un toque rebelde de pimienta negra y canela, todo en equilibrio perfecto que deja un recuerdo suave.
San Juan, esa joyita detrás de Mendoza, no se queda atrás: con 250,4 hectáreas cultivadas en 2025, representa el 6% del total nacional. Aunque sea una porción chica del viñedo provincial —un 0,6%—, el Merlot cobra fuerza y promete dar que hablar, sobre todo en los departamentos de Sarmiento y San Martín, donde se concentra el 77,2% de la cosecha.
La temporada pasada, San Juan sacó ganas y produjo 16.508 quintales de Merlot, lo que implica un salto del 9,6% respecto al año anterior. Este crecimiento no es casualidad: el vino encara la apuesta por diversificar y llevar la vitivinicultura local a otro nivel, aprovechando ese clima seco pero con días de sol a full, y noches que refrescan para que las uvas maduren en su punto justo.
Así, con ese toquecito sanjuanino que mezcla tradición y personalidad, el Merlot se erige como un varietal con estilo propio. En este Día Internacional, San Juan no sólo celebra su historia de vid, sino que pisa firme para que el Merlot sea sinónimo de elegancia y calidad local, mezclando raíces francesas con el carácter de la tierra cuyana.