¡Basta de ensuciar! Evangelina Anderson destrozó los rumores con Paredes y se hartó de la exposición

El quilombo explotó por todos lados: el rumor de un romance entre Evangelina Anderson y Leandro Paredes, el futbolista de Boca, se armó zarpado en las redes y los portales. Por días, no se hablaba de otra cosa, con la modelo en el ojo de la tormenta.Pero Eva, que ahora está en plena grabación de Masterchef Celebrity y ya separada de Martín Demichelis, salió a ponerle el pecho a la situación. Contó que sus hijos la convencieron de volver a la tele: "Ellos saben que trabajar me hace bien, que me pone muy feliz y, si yo estoy bien, ellos están bien", confesó. Y agregó que está disfrutando a full algo que postergó por años.La exposición, sin embargo, le trae problemas, especialmente por sus pibes. "Me cuesta bastante. Por eso no doy notas. Porque a veces dicen cosas que lamentablemente les llega a ellos, sobre todo en la escuela", explicó, dejando ver la angustia de que las palabras viajen y golpeen donde más duele.Y ahí fue cuando se puso picante. Cuando le preguntaron por Paredes, no se guardó nada: "Yanina Latorre dijo que salía con un hombre casado y le dije ‘Si es verdad, decí el nombre. Yo que soy la protagonista, te invito a que muestres el video, el tal video que decís que hay’. Dijo que lo iban a mostrar el martes en LAM. No sé, ¿lo mostró? No existe. No existe tal video. Es feo que te ensucien y que digan algo que no es", disparó.También mostró preocupación por la esposa del futbolista: "No está bueno, ¿sabés por qué, más que nada? Por la mujer de Leandro Paredes, que no lo conozco, no lo vi jamás en mi vida. Lo aclaré treinta mil veces y ella tiene tres chicos, un bebé muy chiquito y, sinceramente, yo me pongo en el lugar de ella y me parece fatal que se digan esas cosas. Jamás saldría con un hombre casado. Y lo digo y lo recontradigo", afirmó tajante.Sobre su separación con Demichelis, reconoció que "la pasé muy mal" hace más de un año. Pero ahora, siente que la vida le está "regalando esto de volver a mi país, estar cerca de mis padres y de trabajar de lo que me gusta y encontrarme como mujer". Un camino que, aunque doloroso al principio, hoy la encuentra más fuerte.Con un dejo de cansancio, Evangelina cerró: "Yo soy muy llorona. Soy muy sensible. Pero realmente a veces no sé si salir, aclararlo y que se siga hablando del tema y darles lo que quieren o callarme la boca y que pase el tema. Es difícil. Y más cuando dicen algo que no es, es como que te agarra una impotencia". Y sentenció: "Sufro la exposición del quilombo". Un grito ahogado de alguien que, sin buscarlo, vive bajo la lupa.