¡De todo hubo en los Martín Fierro 2025! Ausencias, bloopers y el menú que se comieron los famosos

La noche arrancó picante con varias ausencias. Carmen Barbieri, conductora de "Mañanísima", se bajó a último momento por un problemita gástrico que le impidió ir. Una lástima para ella, que estaba nominada. Y la que no se guardó nada fue Selva Pérez Piotti, la ex Gran Hermano, que hizo un descargo en Instagram porque no la invitaron. Sus compañeros, Tato Algorta y Eugenia Ruiz, bancaron la parada diciendo que la producción tuvo que poner un límite a la cantidad de invitados.

No faltaron los momentos graciosos. Germán Martitegui se dio un palo apenas llegó: por apurado, ¡se olvidó el celular en la camioneta y no podía mostrar su QR! Y Momi Giardina, pobre, se tropezó dos veces en la alfombra roja por su vestido y los tobillos. Después, se fue antes de la cena, ¡estaba hecha pelota! La mismísima Susana Giménez, al recibir su premio, confundió a Luck Ra con "Rucau". Se rió de sí misma, como si nada, y todo el Hilton se sumó a las carcajadas.

Hubo cruces inesperados. Érica Rivas, re fan, se acercó a los actores de "Margarita" para pedirles fotos. Y Nacho Castañares con Lucila "La Tora" Villar, aunque ya no son pareja, se sentaron juntos después de que ella se cambiara de mesa. Un vínculo cordial, pero la charla fue corta.

La Chiqui, Mirtha Legrand, como siempre, fue la reina de la noche. Mientras todos estaban en sillas de acrílico, a ella le pusieron una butaca especial, con almohadones. Un lujo que se ganó y que reafirma su lugar de leyenda en la tele argentina.

Y no todos aguantaron hasta el final. Adrián Suar, por ejemplo, se fue tempranito porque tenía que grabar a las 6:30 de la mañana. La escenografía, un golazo: desde la alfombra roja hasta el salón principal, todo un despliegue de pantallas LED y luces que daban una sensación de lujo internacional. Más de 600 invitados disfrutaron de un menú sofisticado, pensado para acompañar esta gran fiesta de la televisión argentina.