¡Qué momento! Moria Casán irrumpió en la obra de Sofía Gala y el público estalló en una ovación
La One apareció de golpe en el Multiteatro Tabarís para ver a su hija Sofía Gala en acción y desató una noche llena de emoción y aplausos que nadie esperaba.
¡Tremendo! La noche en el Multiteatro Tabarís venía como cualquier otra para el elenco de "Viuda e hijas", pero de repente, ¡zas!, Moria Casán apareció entre bambalinas. Nadie se la esperaba, y su llegada fue un sacudón para todos los actores que estaban ahí, listos para salir a escena.La One, ni lenta ni perezosa, se fue abrazando a cada uno: María Fernanda Callejón, Nora Cárpena, María Valenzuela, Gonzalo Urtizberea y, obvio, su hija Sofía Gala. "Sé que están en descanso, perdónenme todos", tiró Moria, con esa chispa que la caracteriza, como si se disculpara por interrumpir pero sabiendo que era un golazo.El motivo de la visita era claro: Moria nunca había podido ver a Sofía en esta obra por los horarios y los ensayos. "Siempre la voy a ver, pero en esta no coincidíamos", confesó. Se notaba que tenía ganas de disfrutar con su Sofía y "el grupo de mujeres sensacionales que lo dan todo en escena". Una deuda emocional que se saldaba en vivo y en directo.La emoción se sentía en el aire. María Fernanda Callejón, por ejemplo, no podía creerlo. "Mo, te quiero", le salió del alma, y el abrazo fue de esos que te marcan. Es que el teatro tiene esas cosas, forja una complicidad que va más allá de lo laboral, un lazo que se siente fuerte entre ellos.Ya con Moria sentada en la sala, la función arrancó distinta, con otra energía. Y el broche de oro llegó al final, cuando Nora Cárpena, con el micrófono en mano, no se guardó nada: "Queremos dedicar la función de hoy a una querida compañera, la mamá de Sofía Gala". ¡Y ahí sí que el público explotó! Una ovación de pie para la diva, que se emocionó como pocas veces.Fue un momento zarpado, que también recordó los 34 años que Moria y Nora compartieron en "Brujas", una obra que hizo historia. Esa noche, la presencia de Moria no fue una visita más, fue la celebración de un reencuentro esperado, de los lazos de familia y de la pasión por el teatro que el público, agradecido, terminó aplaudiendo de pie.
