Emotivo reconocimiento a Palito Ortega: "Si tienen un sueño, abrácenlo y no se rindan"
El querido Palito Ortega fue declarado Personalidad Emérita de la Cultura de la Nación en un emotivo homenaje a sala llena, rodeado de su familia y amigos, dejando un mensaje inspirador.
La velada, titulada "El Esencial: Palito Ortega. Homenaje al Rey", arrancó con la Orquesta Nacional de Música Argentina "Juan de Dios Filiberto" interpretando versiones orquestales de sus grandes éxitos. Cantantes como Martín Díaz, Luz Matas y Néstor Rolán se sumaron al escenario para hacer vibrar al público con temas como "Papeles", "Mi primera novia", "Sabor a nada" y los infaltables "Un muchacho como yo" y "Corazón contento". El cierre musical fue a pura fiesta con "La felicidad", coreada por todos.
Palito, acompañado por su esposa Evangelina Salazar, sus hijos y nietos, y figuras destacadas de la cultura, ocupó un lugar de privilegio. Al finalizar el concierto, el Secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, le entregó la placa. Cifelli destacó la increíble trayectoria de Ortega, calificándolo como "un emblema de la música popular y de un luchador que siempre fue detrás de sus sueños, un hombre de familia, querido por todos y con una humildad tremenda".
Con la voz quebrada por la emoción, Palito agradeció a todos, en especial a los intérpretes, y recordó sus humildes inicios. Contó que llegó a Retiro con una valijita prestada, sin saber para dónde rumbear, buscando oportunidades. "No fue fácil, muchos no me auguraban un buen futuro, pero yo fui siempre un hombre que no fácilmente me iba a rendir", confesó.
Dejó un mensaje claro y emocionante para todos: "Si tienen un sueño, abrácenlo fuerte y no se rindan. Dios siempre va a estar ahí para darles la fortaleza para seguir peleando y luchando". Remarcó la importancia de poder levantarse cada día, algo que uno valora de verdad cuando ya no se puede.
Para cerrar, Palito agradeció a su público fiel, que lo puso en el lugar donde está, y rindió un sentido homenaje a su compañera de vida, Evangelina Salazar, y a toda su familia. "Tuve por suerte, por un regalo de Dios, una mujer que me acompañó y tuvo una paciencia única", dijo. Y con una sonrisa, se dirigió a sus nietos: "¿Vieron hasta dónde llegó el abuelo?"
