¡Pampita no se guardó nada y mandó al frente a su hija Anita! "Está mucho peor que yo", largó la modelo

El estudio de "Los 8 escalones" siempre tiene su cuota de emoción, pero esta vez, Pampita, la conductora, nos regaló un momento bien de entrecasa. Todo arrancó con una pregunta de esas que te hacen pensar: ¿las madres son más duras con las hijas que con los hijos? Un tema que, claro, hizo que todos en el piso se quedaran enganchados.Marcelo Polino, ni lerdo ni perezoso, le pidió una pista a la mismísima Pampita. Y ella, con esa onda que la caracteriza, se puso a reflexionar sobre los lazos familiares. "Para mí, las hijas se parecen mucho a las madres, como que hay un espejo ahí", tiró, dejando picando la idea de que hay una conexión especial entre ellas.Pero la cosa se puso más picante cuando Barbie Simons, amiga de la casa, fue al hueso: "¿Anita qué tiene tuyo?", le preguntó, sabiendo que la respuesta podía ser un golazo. Y ahí fue cuando Pampita, sin filtro, largó la bomba entre carcajadas: "¡No, está mucho peor que yo Anita!". El estudio explotó de risas, ¡y cómo no!Barbie, sorprendida, quiso saber más. Y Pampita, con esa mezcla de orgullo y desarme que tienen las madres, lo explicó clarito: "Está más loca, más divertida, más extrovertida, más desenfadada, todo lo mío pero potenciado". ¡Imaginate! La Anita es una versión recargada de su mamá, parece.Un momento bien íntimo que se coló en la tele, de esos que nos hacen sentir que los famosos son gente como uno. ¿Quién no vio alguna vez en sus pibes un reflejo de uno mismo, pero como si hubieran apretado el botón de "turbo"?Y ya que hablamos de emociones, el programa tuvo otro instante que tocó el corazón. Fernando, un participante, conmovió a todos al contar que su gran sueño era ganar para poder reencontrarse con su hija en España, a quien no ve hace dos años. Un soldador y pochoclero que nos recordó que, más allá de la plata, hay abrazos que valen oro.Pampita, atenta, destacó la fuerza de esa motivación, y hasta los otros concursantes se solidarizaron. Es que, al final, todos tenemos a alguien a quien queremos abrazar fuerte, ¿viste?Así que, entre confesiones de madres y sueños de reencuentros, "Los 8 escalones" volvió a demostrar que la tele, a veces, nos regala estas perlitas humanas que van más allá del juego. ¡Un manso quilombo de emociones en vivo y en directo!