¡Cátedra de La Sole! La Pastorutti enseñó a revolear el poncho en La Voz Argentina y después se quejó del quilombo
Soledad Pastorutti armó un show aparte en La Voz Argentina al dar una clase magistral de cómo revolear su clásico poncho, a pedido de Nicolás Occhiato. La alegría duró poco, porque después le tocó tomar decisiones difíciles.
Todo arrancó cuando Nicolás Occhiato, el conductor, vio a La Sole con sus pupilos y se le antojó: "¿Me puedo dar un gusto, Sole? ¿Puedo revolear el poncho con vos? ¿Cómo es la técnica?". La Sole, ni lerda ni perezosa, le dio el OK y lo agarró de alumno.
"¿Querés este? ¡Ah, pero ese es chiquitito! Vos revoleá el mío que es más grande. ¡Vamos a hacerlo difícil!", lo arengó mientras buscaba su arma secreta. Y le dio el tip clave: "Escuchá, agarrá por acá. Sí. ¿Ves? Yo agarro este chiquito. Como si estuvieses arriba de un caballo. ¿Se entiende? ¡Pum! De una. Eso. Otra vez. ¡Pum! ¡Esa! ¡Vamos, chicos! ¡Eso! ¡Fuerza, fuerza, fuerza!". Y así, entre gritos y risas, todo el equipo se puso a revolear ponchos por el estudio.
Occhiato, chocho con su clase express, comentó: "Es espectacular. Qué lindo". Pero la alegría duró un suspiro, porque a La Sole se le vino la noche: "Yo no quiero decir nada, pero se me viene la noche, está muy complicada. Todo lindo hasta ahora, hasta acá". El conductor, sin piedad, le recordó que era hora de volver a su silla para la parte más fea.
Con un tono de resignación y humor, Soledad cantó: "Voy directo al matadero. Directamente. Caballo que no galopa va derecho al matadero". Mientras se acomodaba, Occhiato explicó las reglas de la eliminación, esas que dejan a los coaches con la cabeza hecha un quilombo: de tres batallas, los perdedores tenían que volver a cantar y el de menos puntaje se iba a casa.
Con una sonrisa pícara, La Pastorutti le "reclamó" a Occhiato: "Nico, devolveme el poncho". El conductor, entre risas, se disculpó, pero le tiró: "Perdón Sole, son las reglas del juego". ¡Pobre Sole, primero la ponen a bailar y después a sufrir!
No es la primera vez que La Sole demuestra que no se anda con chiquitas cuando de talento se trata. Hace unos días, en otra batalla, criticó duramente una performance que Lali Espósito y otros coaches habían calificado como "la mejor de la noche". La Sole no se guardó nada y dijo que esperaba "más de cada uno en esta juntada", dejando en claro su exigencia. Parece que en La Voz, la cosa no es solo revolear el poncho, ¡también hay que bancarse las decisiones difíciles!