¡Se armó un quilombo! Angie Balbiani no se guardó nada y soltó que el robo a Pampita tiene algo raro

Un verdadero dolor de cabeza para Pampita: le desvalijaron la casa en Barrio Parque mientras la modelo disfrutaba de España. Pero ojo, que la cosa no es tan simple. Su amiga, Angie Balbiani, levantó la voz en Puro Show y dejó picando que acá hay gato encerrado, que no fue un robo "normal".Angie no se anduvo con chiquitas: "Yo creo que hay algo más, hay una información que no tenemos", disparó. Y no es para menos, porque ya le habían querido entrar antes. Su compañera Nancy Duré tiró la idea de que "alguien vendió data", y Balbiani, sin dudar, soltó un "puede ser".Los cacos entraron como Pedro por su casa en la zona más top de la ciudad. Se llevaron guita, joyas y, lo peor, ¡los teléfonos con las fotos y videos de Blanca! Por suerte, esos recuerdos irrecuperables pudieron recuperarse después. Lo que da bronca es que los tipos estuvieron horas adentro, tranquilos, comiendo y tomando como si nada, dejando todo un quilombo.La teoría de la "entrega" cobra más fuerza si miramos la zona. La casa de Pampita da a las vías del tren y hay una obra al lado, un colador para cualquiera que quiera entrar. "Claramente, no hay nadie vigilando en esa zona, yo creo que sabían perfectamente que no estaban", remarcó Angie, apuntando a que los chorros tenían el dato justo de cuándo atacar.Barrio Parque, un lugar donde se supone que la seguridad es de primera, ¿no? Pero esta historia nos muestra que ni ahí. Una obra cerca, las vías del tren... ¡un combo perfecto para los delincuentes! Parece que, a pesar de la plata y las embajadas, hay zonas que son un queso y los amigos de lo ajeno lo saben.Pero no todo es bronca. La Policía de la Ciudad se puso las pilas y metió un allanamiento en un hotel de Balvanera. ¡Ocho detenidos! Uno cayó en La Boca. Además, recuperaron dos autos, joyas, plata y hasta carteras de Pampita. También encontraron herramientas de laburo de los chorros, como ganzúas y palancas.El operativo principal fue en un hotel de Avenida Callao, a metros del Congreso. Los ocho son hombres y todos extranjeros: seis chilenos, un colombiano y un venezolano. Quisieron rajarse, pero la cana los rodeó y no pudieron escapar. ¡Un golazo de la policía!