Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario y Recomposición Salarial Docente
El Gobierno nacional vetó la ley que actualizaba los fondos universitarios por inflación y abría la puerta a nuevas paritarias. La Casa Rosada asegura que el costo fiscal es impagable y pone en riesgo el superávit.
El Gobierno de Javier Milei mandó al Congreso el veto a la ley que buscaba actualizar la plata para las universidades. Esta decisión deja a la oposición con la tarea de ver si se la juega para intentar voltear el veto en una sesión especial.
La iniciativa había conseguido un apoyo importante en Diputados, aunque no los dos tercios necesarios para anular directamente una decisión presidencial. Esta ley, que ahora quedó en la mira, había nacido de la mano de un sector del radicalismo y de los propios rectores de las universidades de todo el país. Su objetivo era clave: que los gastos de funcionamiento, de los hospitales universitarios y de investigación se actualicen automáticamente por la inflación.
Además, ponía sobre la mesa la necesidad de reabrir las paritarias para los docentes y no docentes, y aumentar las becas para los estudiantes. Desde el primer momento, la Casa Rosada le puso un freno, argumentando que el costo fiscal era demasiado alto y que ponía en riesgo la meta del superávit. El Gobierno detalló en el Boletín Oficial que la ley no especifica de dónde saldrían los fondos para cubrir esos gastos extra, incumpliendo la normativa vigente.
Las fuentes de financiamiento mencionadas, como mayores ingresos o reasignación de partidas, fueron calificadas de "genéricas" y sin garantía de ser suficientes. Según el Ejecutivo, implementar esta ley generaría un gasto adicional estimado en más de un billón de pesos para el 2025. Un gasto de esta magnitud, sin respaldo real, solo se podría cubrir con emisión de billetes, lo que, según el Gobierno, dispararía la inflación y golpearía más fuerte a los bolsillos de la gente más vulnerable.