La CGT se parte en dos: el kirchnerismo desafía a la cúpula mayoritaria con una cumbre paralela
Mientras el grueso de la dirigencia cegetista se reúne en Ezeiza para definir la renovación, el sector K convoca a un encuentro propio en el PJ, marcando una profunda división en la central obrera.
Cuando la renovación de la cúpula de la CGT parecía encaminarse, este miércoles se vivió una jornada que expone una posible fractura. Por un lado, el sector mayoritario de la central obrera organizó un asado con cerca de 150 dirigentes en Ezeiza, con el objetivo de iniciar el proceso para la elección de nuevas autoridades el próximo 5 de noviembre.
En paralelo, el sindicalismo alineado con el kirchnerismo convocó a un encuentro propio en la sede del Partido Justicialista. Su reclamo es claro: exigen que se debata un proyecto político para la CGT antes de definir los nombres que la integrarán, marcando una postura crítica a la estrategia actual.
El grueso de la CGT, que incluye a "los Gordos", los independientes y el moyanismo, junto al barrionuevismo y otros aliados, avanza en la idea de mantener un triunvirato. Ya suenan nombres como Cristian Jerónimo, Jorge Sola y Maia Volcovinsky para integrar esta conducción, aunque no hubo contactos oficiales con los referentes K.Dirigentes como Abel Furlán (UOM), Ricardo Pignanelli (SMATA) y Sergio Palazzo (Bancarios), líderes del ala kirchnerista, cuestionan duramente algunas de las propuestas del sector mayoritario.
Incluso, critican a uno de los posibles candidatos al triunvirato, al que en los pasillos gremiales vinculan con Paolo Rocca, el presidente de Techint.La división quedó en evidencia con las dos convocatorias separadas para este miércoles. Al asado en Ezeiza se esperaba la presencia de figuras como Hugo Moyano, Héctor Daer y Gerardo Martínez. En tanto, a la reunión del PJ asistirían Furlán, Pignanelli y Palazzo, entre otros, buscando fijar una posición fuerte y crítica.
Desde el entorno de Furlán, la estrategia es buscar apoyos para lanzar su propia candidatura a la titularidad única de la CGT en el congreso de noviembre. Buscan así restarle legitimidad a los acuerdos que surjan del sector mayoritario para la futura composición de la central.Pese a esta pulseada, los dirigentes kirchneristas tienen previsto asistir a la reunión del Consejo Directivo de la CGT este jueves, donde se aprobará el cronograma electoral que culminará con el congreso del 5 de noviembre en Parque Norte.
Antes, el 18 de septiembre, el Comité Central Confederal hará la convocatoria oficial.Las próximas horas serán clave para saber si esta tensión desemboca en una fractura real o si la tan mentada unidad sindical, que siempre se declama pero a veces se desdibuja, logra imponerse. El aroma a quiebre es innegable.
