El nuevo sospechoso del asesinato de Mario Alday estuvo implicado en el asesinato de un bebé
Un joven de 24 años, Ángel Nahuel Flores, fue apresado en Angaco como el nuevo implicado en el brutal asesinato de Mario Alday.
La trama del asesinato de Mario Alday, el jubilado que apareció sin vida en su casa de Villa del Carril, se pone cada vez más turbia. El hombre fue hallado atado de pies y manos, con cortes en el rostro y su vivienda hecha un asado. Ahora, la policía ha detenido a Ángel Nahuel Flores, un pibe de 24 años que salió del penal de Chimbas hace solo dos meses.
Flores fue apresado en la vía pública en Angaco, justo cuando la policía allanaba la casa donde vivía con su madre. Según las fuentes, este joven es el que aparece en las cámaras de seguridad entrando al domicilio de Alday, lo que lo pone en el centro de la escena del crimen.
Pero eso no es todo, porque el prontuario de este chico es más que inquietante. En 2014, ya había estado metido en un lío monumental: el asesinato a golpes del bebé Yutiel Castro. El horror de aquel crimen aún resuena en San Juan, y ahora parece que el destino lo vuelve a colocar en el banquillo.
La detención de Flores se suma a la de Iván Armando Gamboa, de 34 años, quien sigue tras las rejas como sospechoso. Gamboa fue vinculado al caso gracias a pruebas e imágenes de cámaras de seguridad. Sin embargo, con la captura de Flores, los investigadores cambiaron de rumbo y ahora apuntan a que él podría ser el verdadero autor material del crimen.
El caso de Yutiel Castro fue un verdadero golpe al corazón de la provincia. El niño, de apenas un año y medio, llegó a Urgencias del Hospital Rawson en un estado crítico. Aunque su madre decía que se había caído, los médicos encontraron fracturas, mordidas y un hígado reventado. Las sospechas cayeron sobre la madre, Johana Castro, y su pareja, Nahuel Flores, junto con el hermano de este, Jonathan Flores. Vivían en condiciones precarias en una panadería usurpada de Villa del Carril.
Después de una investigación, se determinó que Johana no estaba en la casa la noche en que los hermanos Flores golpearon al niño. La justicia condenó a los culpables: Jonathan recibió prisión perpetua en 2017, mientras que Nahuel fue sentenciado a 10 años en 2018. Ángel, también implicado, cumplió su condena en abril de este año.
