¡Rosario, tierra de nadie! Vecino sacó el fierro a laburante y la poli encontró un arsenal en su casa
Un empleado de telecomunicaciones laburaba tranqui cuando un vecino lo amenazó con un arma. La policía allanó la casa y ¡mamita querida! Lo que encontraron te va a dejar con la boca abierta.

¡Che, gente! Acá su periodista de confianza, trayéndoles una que te va a dejar pensando si estamos en Rosario o en una película de Rambo. El lunes, un laburante de una empresa de telecomunicaciones, el pobre Pablo, se llevó el susto de su vida laburando en el barrio Echesortu.
Resulta que el muchacho estaba colocando cables en la cortada Marcos Paz al 3600, cuando un vecino, de nombre F. B., se recalentó y empezó a los gritos desde el balcón. Pero la cosa no quedó ahí, ¡no señor! El tipo sacó un arma y le gritó: "Bajate o te tiro". ¡Tremendo!
Por suerte, Pablo no se quedó de brazos cruzados y llamó al 911. La policía se puso las pilas y llegó rapidito al lugar. Después de charlar un toque con el vecino "pesado", lo convencieron de entregar el arma. Hasta ahí, todo "normal"... ¡Pero esperen que viene lo mejor!
Cuando los canas entraron a la casa de F. B., ¡se encontraron con un verdadero arsenal! Agárrense: un revólver .357, un fusil .308, una carabina .44, una escopeta calibre 12 y tres pistolas de distintos calibres. ¡Siete armas en total! Además, siete cargadores y un montón de municiones. ¡Una locura!
Por lo visto, el tipo tenía los papeles en regla, pero ahora la Justicia y la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) van a tener que revisar todo para ver si estaba todo en orden. Mientras tanto, F. B. está demorado y la Fiscalía está viendo si le cabe alguna causa por amenazas calificadas.
Y hablando de amenazas, hace unos días una casa en Granadero Baigorria fue baleada por delincuentes que dejaron una nota mafiosa firmada por "La Organización". ¡Catorce disparos! Y el lunes anterior, otra casa en Brown al 1000 también fue atacada a tiros. ¡Estamos hasta las manos!
¿Qué está pasando, gente? ¿Hasta cuándo vamos a vivir así? La inseguridad no da tregua y parece que cada vez estamos más cerca del lejano oeste. ¡Qué quilombo!