IMPORTANTE Otra sanjuanina se animó en La Voz Argentina y dejó todo en el escenario
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Buena noticia

San Juan logró sostener la identidad del INV en una nueva etapa de reorganización

El nuevo esquema buscará incrementar ese porcentaje y focalizar las inspecciones en los puntos de venta y en el vino a granel destinado a exportación.

El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández, participó de un encuentro clave en la Exposición Rural de Palermo, donde se definió el futuro del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El funcionario detalló en radio La Mil20 que se alcanzó un consenso entre las provincias vitivinícolas, el sector privado y autoridades nacionales para reestructurar el organismo sin perder su rol estratégico.

Luego de semanas de incertidumbre por rumores sobre una posible disolución del INV, finalmente se acordaron cambios que apuntan a modernizar su funcionamiento, al tiempo que se mantiene su misión de garantizar la trazabilidad y calidad del vino argentino.

Los principales ejes del acuerdo

  • Continuidad del control de trazabilidad: El INV seguirá siendo responsable del registro de viñedos, control de calidad del vino y certificaciones para exportación. Se sostendrán las denominaciones de origen y los sellos reconocidos internacionalmente.
  • Simplificación de procesos: Se eliminarán controles intermedios en bodegas, como los inventarios semanales, lo que reduce costos administrativos. El foco se trasladará al control del producto terminado, adoptando un modelo más eficiente y similar al que utiliza Chile.
  • Nueva estructura institucional: El INV dejará de ser un ente autárquico y pasará a depender de la Secretaría de Agricultura de la Nación, convirtiéndose en una dirección nacional. Esto implicará una reestructuración administrativa, con reducción de personal y funciones absorbidas por el Estado nacional.

Evitar la pérdida de especificidad

Uno de los temores del sector era una posible fusión con la ANMAT, lo que habría diluido la especificidad del vino como producto con identidad propia. "El vino no es un alimento más, tiene trazabilidad desde el viñedo y estándares únicos. El sello del INV es sinónimo de calidad para los mercados internacionales", subrayó Fernández.

Un punto crítico fue el bajo nivel de control del producto final en góndola: actualmente solo se verifica el 0,33%. El nuevo esquema buscará incrementar ese porcentaje y focalizar las inspecciones en los puntos de venta y en el vino a granel destinado a exportación.

El respaldo del sector privado

Bodegas fraccionadoras, trasladistas y entidades como Acobiar acompañaron la propuesta. "El pedido era claro: menos burocracia y más foco en la calidad final del producto" , remarcó el ministro.

Si bien el nombre del instituto se conservará, su funcionamiento se reconfigurará dentro de la estructura nacional. Queda pendiente definir cómo impactarán los cambios en la sede del INV en San Juan y en su actual plantel de trabajadores.

Conclusión: preservar la identidad con una gestión más eficiente

"El nuevo esquema mantiene la esencia del control vitivinícola y refuerza la proyección del vino argentino en el mundo. Logramos evitar que se pierda el seguimiento desde el viñedo hasta la botella", destacó Fernández.

Finalmente, el ministro recomendó a los productores adaptarse al nuevo enfoque: las certificaciones y la trazabilidad siguen vigentes, pero será clave que las bodegas fortalezcan sus procesos internos para sostener los estándares que distinguen al vino argentino a nivel global.

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