¡Se nos va la guita como agua! Radiografía de cómo la inflación destroza el bolsillo del laburante "cheto" en 2025
¿Pensabas que zafabas por ser "ejecutivo"? ¡Ni ahí! La canasta del profesional se fue al pasto. Alquileres, comida, colegios... ¡Te contamos dónde duele más!
¡Che, gente laburante! Acá les habla su periodista de confianza, para contarles cómo viene la mano con los precios. Y agárrense, porque la cosa no pinta nada bien. ¿Se acuerdan que les veníamos diciendo que la inflación no perdona a nadie? Bueno, parece que ni siquiera a los "profesionales ejecutivos" se la dejan pasar.
Según un estudio de la Universidad del CEMA, la famosa "Canasta del Profesional Ejecutivo" (CPE) ¡se disparó en el primer semestre de 2025! ¿Qué es esto de la CPE? Básicamente, mide lo que gastan los hogares con gente que labura en puestos importantes y tiene ingresos medios y altos. Y adivinen qué: ¡todo subió!
Alquiler y vivienda: ¡Un dolor de cabeza!
Si sos de los que alquila, preparate porque acá viene la mala: el alquiler se fue a las nubes, ¡más que el promedio de la inflación! Y ni hablar de los servicios, como la luz y el agua, que te dejan temblando cada vez que llega la boleta.
Comida: ¡A dieta obligada!
¿Querías hacer un asadito? ¡Olvidate! La carne, las verduras, los lácteos... ¡Todo por las nubes! Parece que vamos a tener que empezar a comer aire, porque la guita no alcanza para nada.
Indumentaria: ¡Andá a comprar a la salada!
Si pensabas renovar el guardarropa, mejor andá pensando en ir a la salada o revisar el placard de la abuela. La ropa y el calzado también aumentaron una bocha. ¡Y eso que ya veníamos estirando la ropa del año pasado!
Transporte: ¡A pata se ha dicho!
El combustible, los peajes, el seguro del auto... ¡Un afano! Parece que la única opción es empezar a caminar o usar el transporte público (si es que llega, claro).
Educación: ¡El futuro de los pibes en jaque!
Si tenés hijos en colegios privados, prepará la billetera porque las cuotas se fueron al diablo. ¡Y eso que uno quiere lo mejor para los pibes! Pero así, se hace imposible.
Salud: ¡Enfermarse es un lujo!
Las prepagas, las consultas médicas, los medicamentos... ¡Todo carísimo! Parece que enfermase se convirtió en un lujo que pocos se pueden dar.
¿Y el finde? ¡Ni hablar!
Ir al cine, comer afuera, hacer un viajecito... ¡Todo prohibitivo! Parece que vamos a tener que conformarnos con mirar Netflix en casa (si es que podemos pagar el abono, claro).
En resumen, la canasta del profesional ejecutivo se fue al pasto y nos está dejando a todos hechos pelota. Pero ojo, que los que más sufren son los que menos tienen. Así que a ponerle garra, buscar ofertas y cuidar cada peso, porque la cosa viene difícil. Y a los gobernantes, ¡pónganse las pilas y hagan algo para frenar esta locura!
