El Gobierno celebró que la inflación se mantuvo debajo del 2% y el sendero hacia octubre dependerá del dólar
El IPC de junio fue menor a lo que pronosticaron las consultoras. Los analistas advierten que el movimiento del tipo de cambio, que subió más del 5% en lo que va de julio, y el traspaso a precios serán las claves de cara a las próximas elecciones

¡Che, gente! Acá les habla el periodista de su barrio para contarles lo que realmente importa. El INDEC largó los números y la inflación de junio se mantuvo abajo del 2%, un 1,6% para ser exactos. ¡Parece que el gobierno festejó como si hubieran ganado el mundial!
Pero no todo es alegría en la villa, muchachos. Los economistas están con la mosca detrás de la oreja porque el dólar se avivó y subió más del 5% en lo que va de julio. ¿Y qué significa eso? Que los precios en el super, en la verdulería, ¡en todos lados! pueden empezar a subir de nuevo. ¡Y ahí sí que se arma el quilombo!
Luis Caputo, el ministro de Economía, ya avisó que espera "volatilidad" después de las decisiones que se tomaron en el Congreso. Y encima, se viene la época en que el campo no vende tantos dólares. ¡Un combo explosivo!
Según Julián Orué de Fundación Libertad y Progreso, lo bueno es que la inflación "núcleo" (la que no tiene en cuenta los precios que suben y bajan por temporada) perforó el 2%, llegando al nivel más bajo desde 2018. Pero ojo, que el dólar puede cambiar todo.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) avisan que con las elecciones a la vuelta de la esquina, la inflación vuelve a ser clave. "En un contexto en el que una inflación baja juega políticamente a favor del oficialismo, la suba del tipo de cambio empieza a representar un desafío".
La consultora Equilibra ya registró un aumento en la segunda semana de julio y proyecta un IPC de 2% para este mes. ¡A estar atentos, gente, que nadie nos regala nada!
O sea, la cosa está así: el gobierno quiere mostrar que la inflación está bajando para llegar bien a las elecciones. Pero el dólar anda haciendo de las suyas y puede arruinar la fiesta. ¿Quién tendrá la razón? ¡El tiempo dirá, pero mientras tanto, cuidemos el bolsillo que la cosa viene picante!