Fernando Aramburu: "Es muy humano el miedo a contagiarse de la desgracia, a estar cerca del dolor"
El autor de "Patria" presenta "Hombre caído" y se sincera sobre su proceso creativo, la crueldad en sus cuentos y su particular mirada sobre la condición humana. ¡Imperdible!

¡Che, bocha de tinta y talento! Fernando Aramburu, el escritorazo detrás de "Patria", ese novelón que nos hizo pensar a todos, estuvo por Buenos Aires presentando su nuevo libro de cuentos: "Hombre caído". Y se mandó una charla a calzón quita" con nosotros.
Aramburu, que nació en San Sebastián y ahora vive en Alemania, no se guardó nada. Nos contó cómo se le cruzan los cables cuando escribe cuentos: "Por razones que no sabría explicar, cuando me pongo a escribir cuentos sale mi vena más cruel". ¡Mirá vos! El tipo se sincera y te dice que le pinta el lado oscuro, las cosas turbias del ser humano. ¡Un capo!
Y ojo, que no es que el tipo sea un amargado. También le mete humor, pero un humor negro, de esos que te hacen reír medio incómodo. "Creo que la culpa es del niño, del muchacho que fui, al que doy ocasión de participar un poco en mi literatura", dice. ¡Ahí está la clave! El pibe rebelde que lleva adentro se hace notar en los cuentos.
Ahora, cuando se pone a escribir novelas, la cosa cambia. "En las novelas domina el señor metódico. El que se documentó. El que tiene que levantar historias complejas". Ahí el tipo se pone serio, labura como un campeón, construye historias con mil detalles.
¿Y cómo labura este tipo? Aramburu lo tiene claro: "Cuando yo escribo algo, estoy ocupado las 24 horas del día en eso". ¡Un laburante de la palabra! Se lleva el trabajo a la cama, lo mastica en la calle, busca inspiración en cada esquina. "Soy un paseante de la vida, siempre con una antena literaria puesta", confiesa.
En "Hombre caído", Aramburu le da duro a las relaciones humanas. Parejas que no se entienden, familias que se rompen, amistades que se pudren. "Me da mucha pena y lo que hago es ilustrarlo", dice. ¡El tipo le pone el dedo a la llaga! Nos muestra lo difícil que es mantener los vínculos, lo fácil que es mandarse fruta.
Y como si fuera poco, también le preocupa el futuro. "Tengo hecho mi testamento. Tengo perfectamente asumida mi condición pasajera". ¡El tipo se la ve venir! Pero no se achica, al contrario, aprovecha el tiempo para hacer lo que le gusta: escribir, leer, vivir.
Al final, Aramburu es un tipo que le da bola a la ética. "Me gustaría en los últimos 5, 6 segundos de vida mirarme en un espejo y decirme: "Chaval, lo hiciste bien"". ¡Un grande! Un tipo que labura, que piensa, que siente. Un escritor que nos hace pensar a nosotros también.
Así que ya sabés, si querés leer algo que te mueva el piso, buscate "Hombre caído". ¡No te vas a arrepentir!
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¡Espero que sirva! Avísame si querés que le cambie algo.