La negociación de Milei con las provincias y los cierres de alianzas bonaerenses, atravesados por un clima de desconfianza generalizado
Alcanzar acuerdos y establecer lazos sólidos parece una tarea imposible en todos los espacios. La intransigencia presidencial y la interna cada vez más cruda del triángulo de hierro. El Congreso, un síntoma de época
¡Agarrate Catalina que arrancamos con la bomba del día! Parece que al gobierno de Javier Milei se le está prendiendo fuego el rancho por todos lados. ¿La razón? Una desconfianza generalizada que paraliza cualquier intento de acuerdo. ¡Tremendo!
La semana pasada, los gobernadores le plantaron bandera al gobierno en el Senado, y el déficit cero de Milei quedó pendiendo de un hilo. Un operador oficialista lo graficó así: "Nos regalamos y nos pusieron la pistola en la cabeza". ¡Metafórico el muchacho!
Pero la cosa no termina ahí. Guillermo Francos intentó calmar las aguas con los gobernadores "amigos", después de que el Presidente acusara a "todos" de querer voltearlo. Encima, Victoria Villarruel, la vice, no se guardó nada y pidió recortar gastos en viajes y en la SIDE. ¡Como para agregarle leña al fuego!
Y para colmo, la interna entre el sector de Karina Milei y el de Santiago Caputo está al rojo vivo. Dicen que Caputo festejó su cumpleaños con un gusto amargo por la "paliza legislativa".
¿Hay chances de que esto se arregle? Algunos creen que sí, pero los gobernadores no van a dar el brazo a torcer gratis. "Algo nos van a tener que entregar", avisan. ¡Upa la la!
Y ojo, que en el PRO también hay desconfianza. Mauricio Macri está afuera de las conversaciones y parece que no le gusta nada la alianza con los libertarios. ¡Se pudrió todo!
En fin, un panorama complicado que nos deja a los laburantes en el medio del ring. ¿Llegarán a un acuerdo? ¿O nos vamos a hundir todos juntos? ¡Qué quilombo!
