Se cumplen seis años del femicidio de Brenda Requena, un caso que sacudió a la provincia
El 11 de julio de 2019, Brenda Requena fue asesinada por su pareja en Albardón. Diego Álvarez cumple prisión perpetua. Un testigo fue multado por no ayudar.

Este viernes se cumplen seis años del brutal femicidio de Brenda Requena, la joven de 24 años que fue asesinada en el departamento Albardón, San Juan, el 11 de julio de 2019. Su pareja, Diego "el Chato" Álvarez, fue condenado a prisión perpetua por estrangularla y luego intentar ocultar el cuerpo prendiéndolo fuego bajo cubiertas en un descampado cercano al barrio Sierras de Marquesado.
La investigación dejó en claro que Brenda sufría violencia de género y que el crimen se desató después de un episodio de celos y control, cuando Álvarez encontró a Brenda con otro hombre, José Miguel Guajardo. Este último presenció lo que pasó antes del ataque pero se rajó sin mover un dedo.
El testimonio de unos pibes que jugaban cerca fue clave para dar con el cuerpo. Gracias a ellos se pudo orientar la investigación y encontrar a Brenda.
Después del crimen, Álvarez se hizo el vivo y fue a la Comisaría 18° a denunciar la desaparición de Brenda, diciendo que la había visto por última vez en el descampado y que después se había escapado. Circularon rumores de una supuesta fuga hacia Pocito, pero la familia desmintió todo.
El cuerpo de Brenda fue encontrado parcialmente quemado y cubierto con neumáticos. Los peritos confirmaron que murió estrangulada y que Álvarez fue el responsable directo.
Por este femicidio, Álvarez recibió la condena por homicidio doblemente agravado por el vínculo y violencia de género, y está cumpliendo prisión perpetua en el Servicio Penitenciario Provincial.
En paralelo, José Miguel Guajardo fue multado con $12.500 por no haber prestado auxilio, una sanción que la Corte de Justicia de San Juan ratificó.
Desde aquel día, Laura, la mamá de Brenda, se convirtió en la voz de la familia y la principal referente del reclamo de justicia. También se hizo cargo de los dos hijos que Brenda tuvo con Álvarez, quienes hoy viven con su abuela.