Monotributo Social 2025: la chance para laburar formal y pagar menos
ARCA lanzó el Monotributo Social 2025, una opción para trabajadores independientes con ingresos bajos que permite facturar, tener obra social y aportar para la jubilación con cuotas accesibles.

ARCA habilitó una nueva modalidad llamada Monotributo Social 2025, pensada para todos esos laburantes que se la rebuscan en changas como cocinar para vender, hacer arreglos, limpiar casas o vender por redes sociales, pero que no llegan a cubrir lo que pide el monotributo común.
Este régimen está hecho a medida para quienes tienen ingresos bajos y quieren formalizar su changa, pudiendo emitir facturas, tener obra social y empezar a aportar para la jubilación sin que la cuota sea un dolor de cabeza. El pago mensual es fijo y mucho más accesible: $8.358,16.
La idea no es cambiar todo de un día para otro, pero sí abrir una puerta para quienes trabajan mucho y ganan poco, que no alcanzan el mínimo que pide la categoría A del monotributo tradicional.
Lo pueden usar trabajadores independientes de bajos ingresos, pequeños emprendedores de la economía social, gente que recibe programas sociales, productores rurales a pequeña escala y cooperativas con al menos seis integrantes.
Para anotarse hay que tener más de 18 años, dedicarse a una sola actividad económica y no superar un ingreso anual de $7.813.063,45. Se permiten hasta dos propiedades (una ligada al laburo) y hasta tres bienes registrables como auto o moto. No se puede tener empleados ni ser socio en empresas, y los ingresos deben venir sólo de la actividad registrada, sin contar ayudas sociales.
El trámite es simple y se hace por internet en la página oficial de ARCA, sección "Mi Monotributo", con la Clave Fiscal.
Antes, para arrancar con el monotributo tradicional había que poner al menos $32.221 por mes (categoría A), un número que para muchos era una muralla. Con el Monotributo Social, ese obstáculo se saca de encima y se accede a beneficios que hacen la diferencia, como obra social, aportes jubilatorios y la posibilidad de facturar.
La informalidad no es una elección para muchos, sino la única salida, y eso limita un montón: no podés facturar, no tenés obra social ni aportes para el futuro, y todo depende del ingreso del día a día.
Este régimen especial es una solución concreta para quienes quieren estar dentro del sistema pero no pueden bancarse las exigencias del monotributo común. Si cumplen los requisitos, pueden anotarse y empezar a formalizar su changa.
Sumarse al monotributo es un paso para ordenar la actividad, acceder a derechos y abrir nuevas puertas.
Tener obra social, aportar para el futuro y mostrar una factura hacen una gran diferencia. No hace falta ser un experto ni tener contador, sólo internet y la Clave Fiscal. El Estado pone una mano para quienes laburan por su cuenta y no deberían estar solos.