Bebito zafó de milagro: Monóxido se llevó a sus papás y abuelos, pero él la está peleando
Un bebé de 18 meses es el único sobreviviente de la tragedia en Villa Devoto. El monóxido de carbono mató a sus padres, abuelos y hermanita. ¡Fuerza, campeón!

¡Terrible noticia, gente! Un angelito de tan solo 18 meses se salvó de puro milagro de una tragedia que le arrancó a toda su familia. Cinco personas, entre ellas sus padres, abuelos y su hermanita de 4 años, fallecieron por inhalación de monóxido de carbono en una casa de Villa Devoto.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Sanabria al 3700. Los fallecidos fueron identificados como Demetrio De Nastchokine (79), su esposa Graciela Just (73), su hijo Andrés De Nastchokine (43), su pareja Marie Camille Lalanne (40) y la pequeña Elisa (4). ¡Imaginate la escena que encontraron los bomberos!
Según las pericias, la causa de las muertes fue "en un 99%" intoxicación por monóxido de carbono. Al parecer, Andrés, Marie Camille y la nena estaban en una habitación del primer piso, mientras que los abuelos, Demetrio y Graciela, fueron encontrados en el segundo piso.
Pero, ¡agarrate fuerte! El bebé estaba en otra habitación del primer piso y, aunque tenía signos de exposición al gas, estaba en buen estado. Lo llevaron al Hospital Zubizarreta y luego al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, donde sigue internado. ¡Y acá viene la buena noticia! Según el último parte médico, el chiquito está "evolucionando favorablemente". ¡Un rayito de esperanza en medio de tanta tristeza!
El médico toxicólogo Francisco Dadic del Hospital Durand explicó que "Probablemente el bebé se salvó porque estaba en un dormitorio cerrado. Puede haber estado más lejos de la fuente o con mejor ventilación". ¡A veces, un pequeño detalle hace la diferencia!
Por su parte, Héctor Berzel, otro especialista, coincidió en que la ubicación del bebé fue clave: "Evidentemente la concentración de monóxido fue en distintos lados y ahí no, y por eso se salvó". Y Carlos Damin, jefe de toxicología del Hospital Fernández, agregó que como el bebé estaba acostado, tardó más en inhalar una dosis letal del gas.
Ahora, este bebito necesita toda la fuerza del mundo para recuperarse. ¡Desde acá le mandamos un abrazo enorme y esperamos que salga adelante! Y a vos, vecino, chequeá bien tus estufas y calefones, ¡que estas cosas no pasen más!