¡Escándalo en la Bonaerense! Poli abusador cayó en Lomas: ¡la pagará por bestia!
Un jurado popular lo encontró culpable de abusar de su sobrina durante años. ¡La lacra quedó tras las rejas! Detalles del caso que conmociona a Almirante Brown.
¡Otra que nos revuelve el estómago, gente! Un oficial de la Policía Bonaerense, de esos que juran protegernos, terminó con las esposas puestas y camino a la sombra. ¿La razón? Un jurado popular lo declaró culpable de abuso sexual agravado contra su propia sobrina, una piba que sufrió lo peor durante años.
El juicio, que se llevó a cabo en Lomas de Zamora, sacó a la luz una historia que te parte el alma. El tipo, aprovechándose de su posición y del vínculo familiar, le hizo la vida imposible a la piba en viviendas de José Mármol y Glew, allá en Almirante Brown.
La fiscal Marcela Dimundo, que se puso las pilas para llevar adelante la acusación, demostró con pruebas y testigos que el tipo es un verdadero monstruo. El jurado no dudó y lo declaró culpable de "abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia, por su extensión en el tiempo y por ser la víctima menor de 18 años". ¡Un calvario que duró demasiado!
Lo más indignante es que el tipo estuvo libre durante todo el juicio, ¡como si nada! Pero apenas se conoció el veredicto, ¡lo agarraron al toque! Ahora está esperando que le dicten la condena, que esperemos sea ejemplar. Desde la Policía Bonaerense, lavándose las manos, informaron que el oficial ya estaba en situación de disponibilidad, o sea, suspendido preventivamente. ¡Como si eso calmara la bronca!
Los abusos, según la investigación, empezaron en 2015, cuando la víctima tenía apenas 6 años. ¡Una criatura indefensa! El muy cobarde se aprovechó de la situación familiar para hacerle daño durante dos años. Y como si fuera poco, en 2020, cuando la piba volvió a vivir con él, la pesadilla se repitió. ¡Casi un año más de tortura!
La causa tomó vuelo en 2021, gracias a la denuncia formal y a la recolección de pruebas. El veredicto, que llegó este miércoles, es un mensaje claro: ¡basta de impunidad! La Justicia, por suerte, está actuando. Y la participación del jurado popular es fundamental para que estos casos no queden en la nada.
Esperemos que este caso sirva para que otros abusadores se lo piensen dos veces. Y que la víctima, con el apoyo de su familia y la Justicia, pueda empezar a sanar las heridas. ¡Fuerza piba! ¡No estás sola!
