Un misil iraní destrozó el Hospital Soroka en Israel y dejó decenas de heridos

Un misil balístico lanzado desde Irán impactó de lleno en el Hospital Soroka en Beersheva, al sur de Israel, en pleno séptimo día del conflicto. La bomba desató un manto de humo, vidrios rotos y caos mientras evacuaban a los pacientes y atendían a los heridos.

El saldo es preocupante: al menos tres personas con heridas graves, dos con lesiones moderadas y cerca de 60 atendidas por esquirlas o traumatismos. Además, los suburbios de Ramat Gan y Holon, cerca de Tel Aviv, sufrieron daños importantes y cinco heridos graves.

El primer ministro Benjamin Netanyahu no se guardó nada y condenó el ataque, advirtiendo que los "tiranos terroristas de Irán pagarán por cada crimen". Por su parte, el viceministro Sharren Haskel calificó la acción como "criminal, deliberada y contra un objetivo civil". El hospital confirmó que el viejo edificio quirúrgico fue uno de los más dañados, aunque por suerte ya estaba evacuado.

Las imágenes son duras: techos caídos, columnas de humo y vidrios por todos lados, recordando los peores momentos de conflictos anteriores. El presidente Isaac Herzog destacó que un bebé en cuidados intensivos, una madre y un anciano fueron víctimas de este ataque, resaltando que el hospital es un símbolo de convivencia donde judíos y árabes trabajan juntos.

La situación sigue siendo crítica y las autoridades israelíes están analizando cómo responder a esta nueva agresión que suma más leña al fuego del conflicto con Irán.