El desgarrador grito de una madre: "Un segundo cambió todo"

El profundo dolor que invade a Belén Montilla, la madre de Lucía Rubiño, se desborda en una carta abierta que refleja la desesperación y el clamor por justicia. En sus palabras, el tiempo se convierte en un enemigo cruel, donde un brevísimo instante —un segundo— fue suficiente para arrebatarle a su hija de forma trágica.

La carta comienza con una conmovedora reflexión sobre el tiempo: "Hace días que en mi cabeza va y viene la idea de "en un segundo". En un segundo te di un beso, en un segundo te dije "te amo", en un segundo me sorprendiste... y en un segundo te fuiste". Este juego de segundos se transforma en una tortura, donde cada momento perdido se siente como un golpe al corazón.

Belén expone la angustia de imaginar qué podría haber sido si tan solo un pequeño retraso hubiera cambiado el rumbo de los acontecimientos. "Si te hubieras demorado un segundo en algo, como ir al baño o haberte detenido al escuchar tu nombre, tantas cosas podrían haber sido diferentes", escribe, dejando al descubierto el dolor de los escenarios imposibles que nunca serán.

La madre no se queda ahí, y apunta directamente a la responsabilidad de quienes estaban involucrados en el siniestro. "Pienso en los segundos de esas personas que manejaban. Si alguien hubiera gritado en ese segundo, si algo mecánicamente se hubiera trabado... Por un segundo, todo hoy sería tan diferente", cuestiona, evidenciando la fragilidad de la vida y cómo un instante puede cambiarlo todo.

La carta cierra con una frase desgarradora que encapsula la exigencia de justicia: "La existencia de ese segundo —el que no se demoró en el baño, el que nadie te llamó, el que manejaba el auto se acobardó, el que el de la camioneta se creyó vencedor— ese segundo es el que te mató... y es el que me mata lentamente". La familia continúa en su lucha por respuestas concretas, sin dejar que la memoria de Lucía se apague en el olvido.