Cayó el "Piloto Fantasma" de Ferrari: Seis años de locura al volante y un misterio que terminó en la cana
Un tipo de 51 años manejó un auto de carrera disfrazado de Ferrari F1 por las rutas checas durante seis años, ¡hasta que la policía le puso los puntos!
¡Atención, vecinos! ¿Se acuerdan de ese mito urbano, el del tipo que andaba en un Ferrari de Fórmula 1 por la ruta como si nada? Bueno, no era un mito, ¡y no era un Ferrari de verdad! Después de seis años de persecución, la policía checa le puso fin a la joda del famoso "piloto fantasma", un señor de 51 pirulos que se creía Schumacher con un auto de carrera trucho.
Desde 2019 que este personaje venía haciendo de las suyas. Con su auto, un Dallara GP2/08 pintado igualito a la Ferrari de la época dorada de Michael Schumacher, se paseaba por las autopistas como si fuera un día de pista. Siempre con casco y traje de piloto, para que nadie le vea la cara. La cana lo buscaba por todos lados, pero el tipo se les escapaba como agua entre los dedos.
Pero todo lo bueno (o lo ilegal) se acaba. El domingo 7 de septiembre de 2025, la suerte se le terminó. Gracias a la gente, que no solo grabó videos del auto en una estación de servicio y en la autopista D4 cerca de Dobris, sino que también avisó a la policía, se armó un operativo zarpado. Patrullas por tierra, helicóptero por aire, ¡no se guardaron nada! Lo siguieron hasta una propiedad privada en Buk, a unos 60 kilómetros de Praga, y ahí lo pescaron.
El hombre, que intentó poner resistencia alegando que le invadían la propiedad y después se negó a declarar, dio negativo en los tests de alcohol y drogas. El autito en cuestión, un Dallara GP2/08, es un bicho de carrera que no tiene nada que hacer en la calle. Pero con la pintura roja y los logos de Ferrari, ¡a muchos los engañó! Era una réplica tan bien hecha que parecía un Fórmula 1 de verdad.
Y ojo, que no estaba solo en esta movida. La investigación reveló que su propio hijo le daba una mano, grabando y subiendo los videos de las andanzas del "piloto fantasma" a un canal de YouTube llamado TrackZone. ¡Así se armó el quilombo y la historia se hizo viral por todos lados!
Ahora, este "Schumacher de barrio" enfrenta un garrón importante. Le pueden sacar el registro, multas que le van a doler en el bolsillo y el auto, obviamente, quedó confiscado. Este caso, que generó un manso debate sobre la seguridad vial y cómo las redes sociales pueden potenciar estas locuras, deja una enseñanza: por más que te disfraces de campeón, la ley te agarra. ¡Y este se dio un palo legal que le va a costar caro!