"Volvieron a matar a mi hijo": contrataron en el área de tránsito de Navarro a un condenado por triple homicidio en un siniestro vial
A diez años del hecho, el único condenado por la muerte de Ramiro Pizzolato y de otras dos personas habría comenzado a trabajar en el sector de seguridad vial municipal. Aún no purgó la pena y fue denunciado por conducir, pese a haber sido inhabilitado

¡Tremendo quilombo en Navarro, provincia de Buenos Aires! Años de lucha, un juicio doloroso, una condena... ¿y ahora esto? Gabriela Casco, la mamá de Ramiro Pizzolato (20), uno de los tres pibes que fallecieron en un accidente en 2014, está que trina. ¿El motivo? El único condenado por esa tragedia, Javier Odera, ¡fue contratado por la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de Navarro!
Imaginate el dolor de esta mina, que después de perder a su hijo, tiene que ver cómo el tipo que lo mató anda campante, laburando para el gobierno local. "No se está respetando la Justicia", dice Gabriela, y la verdad, ¿quién puede culparla?
Según cuentan, a principios de julio Odera fue nombrado para reemplazar a otro funcionario en áreas clave como Seguridad Vial, Monitoreo y Licencias de Conducir. ¡Como si nada! ¡Con una condena a cuestas! Recordemos que este tipo fue condenado a tres años de prisión en suspenso y siete de inhabilitación para manejar, justamente por el accidente donde murió Ramiro y otros dos jóvenes.
La historia es heavy. Odera laburaba vacunando pollos y llevaba a sus empleados en una camioneta. Un día, se mandó una macana al volante y chocó contra un camión. Ramiro y otro pibe murieron en el acto. Gabriela tuvo que reconocer el cuerpo de su hijo en la morgue. Un horror.
Después de eso, la mamá de Ramiro se puso las pilas para investigar y buscar justicia. Se contactó con Madres del Dolor y Alberto Linares, quienes la ayudaron a armar el caso. Descubrió que Odera ya tenía antecedentes de manejar de forma peligrosa y que llevaba más gente de la permitida en la camioneta.
En 2022, llegó la condena: tres años en suspenso y siete de inhabilitación para manejar. Para Gabriela, "una condena que no me dio nada, porque a mi hijo nadie me lo devuelve". Y ahora, para colmo de males, se entera de que el tipo no solo no cumplió la inhabilitación, sino que encima ¡lo contratan en el municipio!
Un mes antes de la designación, Gabriela lo vio manejando. ¡Imaginate el shock! Denunció la situación, pero parece que nadie le dio bola. Ahora, Odera va a estar otorgando licencias y controlando el tránsito. ¡Una locura!
"Volvieron a matar a mi hijo", dice Gabriela, con toda la razón del mundo. Y es que esta historia indigna, da bronca y deja un sabor amargo. ¿Hasta cuándo la impunidad?
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