Del Facón al Celular: ¿Qué Queda del Gaucho en el Siglo XXI? ¡Un Mito que Sigue Dando Pelea!
De Lugones a Borges, pasando por zombis camperos, el gaucho sigue siendo carne rebelde. Un recorrido por la historia y el mito del gaucho que no se deja encasillar. ¿Héroe nacional o laburante explotado? ¡La discusión sigue abierta!

Che, ¿qué onda con el gaucho? ¿Es solo un tipo con bombachas y facón, o hay algo más profundo ahí?
Mirá, desde La guerra gaucha de Lugones, el gaucho siempre fue sinónimo de rebeldía. Un tipo que no se dejaba pisar por los poderosos, que le plantaba cara al que venía a joder. Pero ojo, que David Viñas nos abrió los ojos: también fue un laburante explotado, perseguido como perro, ¡igual que los pueblos originarios!
Y Borges lo dijo clarito: "Dios le quedaba lejos". El gaucho es un mito, una idea que sigue viva en los que luchan por lo suyo, acá y ahora. ¿Te suena?
Germán Maggiori, en su libro La rosca falseada, lo pinta clarito: un mundo rural donde el Estado y los patrones hacen lo que se les canta. Un gaucho al que le dicen que "no importa nada". ¡Tremendo!
Y ni hablar de Juan Moreira, el gaucho rebelde por excelencia. Eduardo Gutiérrez lo hizo leyenda, ¡y hasta llegó al teatro! Balazos, piñas, sangre... una épica que te pone la piel de gallina. La cana lo buscaba por todos lados, pero el tipo no se entregaba. ¡Un verdadero guapo!
Ahora, ojo con Vicente Rossi, un uruguayo que se puso las pilas para defender lo nuestro. Él decía que acá no hablamos castellano, que estamos creando una nación nueva. Y para él, el gaucho era clave. ¡Un adelantado!
Y si pensabas que lo habías visto todo, preparate: Juan Ignacio Pisano metió gauchos zombis en el medio del campo. ¡Sí, leíste bien! Gauchos muertos vivos, con sombrero y poncho, arrasando con todo. Zarpado.
Para cerrar, no podemos olvidarnos de Ricardo Güiraldes y su Don Segundo Sombra. Un gaucho que "llevo en mí, sacramente, como la custodia lleva la hostia". Un homenaje al gaucho que todos llevamos adentro, ese que no se calla y pelea por lo que cree.
Así que ya sabés, la figura del gaucho sigue dando pelea, adaptándose a los tiempos que corren. ¿Héroe nacional, laburante explotado, o simple mito? ¡Queda picando para que sigamos discutiendo, che!