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Conflicto mapuche

Comunidad mapuche ratifica fiesta ancestral en Vaca Muerta pese a denuncias

La comunidad Fvta Xayen confirmó que este 24 de junio hará la ceremonia del Año Nuevo Mapuche en un campo de Tratayén que consideran suyo, aunque los dueños denunciaron usurpación y pidieron intervención judicial.

Imagen relacionada con la noticiaCrédito: Diario Popular

Este 24 de junio no es una fecha cualquiera en Neuquén: la comunidad mapuche Fvta Xayen se planta firme para hacer el Wiñoy Xipantu, el Año Nuevo Mapuche, en un terreno de Tratayén dentro de Vaca Muerta que aseguran es parte de sus tierras ancestrales. Sólo que acá no es tan sencillo, porque los dueños registrados del campo, que viven en la ciudad de Neuquén, los acusan de estar ocupando sin permiso desde 2011 y ya mandaron la denuncia al hueso, a la justicia, pidiendo incluso que intervenga la policía para sacar a la comunidad.

Pero los muchachos de Fvta Xayen no aflojan ni un poquito: sostienen que ese lugar es un pedazo de su historia y que no hacer la ceremonia sería como dejar pasar el derecho que tienen de seguir con su identidad viva. La movida promete ser pacífica y abierta, dicen, invitando a quien quiera acercarse y entender el significado de esta fiesta tan importante para ellos.

El Wiñoy Xipantu no es cualquier fecha: marca la salida del sol en el solsticio de invierno y el comienzo de un nuevo ciclo vital, una renovación cargada de rituales, cantos y relatos que juntan generaciones y reafirman el respeto por la naturaleza. En medio de los pozos de hidrocarburos y el negocio milmillonario de Vaca Muerta, la ceremonia adquiere un tono de protesta silenciosa contra la presión que sufren las comunidades indígenas y sus tierras.

Mientras unos ven sólo negocios y otros defienden raíces, la Justicia de Neuquén sigue metida en el medio, con denuncias cruzadas y pedidos de intervención que no hacen más que subir la tensión. ¿Quién tiene la posta? La comunidad insiste en que están recuperando un derecho ancestral y que el diálogo no alcanzó para ponerle fin al quilombo. Un conflicto que no sólo se juega en Neuquén, sino que hace eco en toda la Patagonia cuando el pasado y el presente chocan en tierras que despiertan pasiones y reclamos.

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