En Argentina, tres de cada diez personas gastan más de lo que ganan y el 40% no puede ahorrar
Un informe tira toda la posta: la mayoría de los argentinos siguen con la soga al cuello, sin poder guardar ni un mango y gastando más de lo que entra. ¿Cuándo cambia esta mala racha?
Desde Argentina llega un dato que pinta feo: tres de cada diez compatriotas están gastando más de lo que ganan, y para colmo, el 40% no puede ahorrar ni un peso. Quiddity en el Monitor Anual de Humor Social 2025, no es cualquier cosa: refleja la realidad durísima que viven millones intentando salir del bardo y la supervivencia cotidiana.
Mientras otros países como Brasil, México y Colombia casi duplican el número de gente que puede guardar plata, acá el único 28% de la población logra ahorrar algo
No todo es mala onda porque aparecieron estrategias como el cashback que vienen a darle un respiro al bolsillo: te devuelven un porcentaje de lo que gastás y ayudan a que el gasto no sea tan sangrante. Este tipo de tramoya está ayudando a que el consumidor pueda sostener sus compras sin terminar hecho bosta.
La planificación y el ingenio también se vienen con todo para las escapadas y vacaciones: más de cuatro de cada diez argentinos eligen viajar en baja temporada, preparan todo con tiempo y buscan el transporte más barato, incluso si eso implica perder horas en la ruta. Es que, como dice Jimena Gutiérrez, gerente de Booking.com para Argentina, Uruguay y Paraguay, "la creatividad del argentino no tiene límites y eso se ve cuando se pone a viajar y ahorrar".
Aunque el ingreso muestra señales de reacomodamiento, el consumo sigue cuidadoso y selectivo, según el estudio de NielsenIQ y su director Javier González. Y no es para menos: el 90% de los laburantes sufren estrés relacionado con la economía, y mucho de ese gasto que hacen viene de una necesidad emocional, como para levantar el ánimo, aunque después el bolsillo sufra y el ahorro quede en banda.
En este combo se suma que la clásica casa como ahorro ya no pesa tanto, porque el poder adquisitivo viene en caída libre y hace difícil que la gente se pueda resguardar realmente. Una dura postal que muestra que la economía del argentino todavía está navegando en aguas picantes y que el ahorrador es un lujo que pocos pueden darse.
